Hace ya mucho tiempo que conocí este ingrediente; concretamente cuando estudiaba cocina. Allí lo teníamos en recipientes industriales y siempre nos llamaba mucho la atención su nombre. Azúcar invertido suena como... ¿Azúcar al revés? ¿Azúcar que en lugar de sólido es líquido y por eso se llama así? Básicamente lo usábamos para hacer helados para evitar la cristalización y quedaran unos helados mucho mas untuosos y mantecados. También se puede utilizar para pastelería para que las masas de bizcochos queden mas húmedas y para ayudar a la fermentación de algunas masas.
¿Cómo se consigue el azúcar invertido? pues no es mas que someter al azúcar común a la acción de un ácido el cual por un proceso químico cambia su fórmula y lo convierte en este liquido elemento. Ni es básico ni imprescindible en la cocina pero si que nos conferirá mejoras en algunas de nuestras recetas.También podemos usarlo como sustituto de la glucosa o el corn syrup (jarabe de maiz). Como dato adicional el único azúcar invertido presente en la naturaleza de manera natural es la miel de abejas. Después de toda esta parrafada diréis: ¿Para que haces este post? pues para enseñaros a hacerlo en casa y no gastaros el dinero comprado botecitos que no son precisamente baratos. Así que vamos con la receta.
Ingredientes.
350g de azúcar.
150ml de agua.
1 sobre morado y 1 blanco de gasificante litines(mercadona).
Preparación:
Ponemos en un recipiente el agua y el azúcar a calentar.
Cuando se haya disuelto añadimos el sobre blanco (ácido málico y ácido tartárico) y removemos bien para que se disuelva.
Cuando rompa a hervir apagamos el fuego y dejamos que se vaya enfriando.
Aproximádamente cuando alcance una temperatura de 60ºC añadimos el sobre morado(bicarbonato) a la mezcla anterior y removemos bien. Veremos que hará un efecto de efervescencia.
Cuando termine el proceso ya podemos pasarlo a un bote para que termine de enfriar y guardarlo en la nevera bien tapado. Dicen que aguanta hasta 1 año. A mi nunca me ha durado tanto porque siempre se me acaba antes...
Fuente: este post proviene de Dulces, tartas y otras historias, donde puedes consultar el contenido original.
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