Fotografía © Juan Manuel Díaz Clavijo
INGREDIENTES: (Para 1 persona)
200 gr de bacalao fresco
4 dientes de ajos
1 patata mediana
1 guindilla cayena
Bastante aceite de oliva de baja acidez.
Para el ali-oli:
2 dientes de ajos
200 gr de aceite de girasol
Unas gotas de jugo de limón
1 huevo
Sal
ELABORACIÓN:
En una olla con abundante aceite ponemos los dientes de ajo pelados y cortados por la mitad y la guindilla. Dejamos cocinar a fuego bajo hasta que los ajos estén doraditos.
Sacamos y dejamos reservar.
En el mismo aceite, introducimos el bacalao y lo confitamos a fuego lento alrededor de 2 minutos o hasta que veamos que empiezan a separarse las lascas.
Escurrimos y dejamos sobre papel absorbente para que suelte el exceso
Ahora vamos a hacer las patatas pajas. Para esta elaboración vamos a necesitar un pelador especial, que venden ya en todos los lados. También podemos usar una mandolina o hacerlo a cuchillo. Una vez tengamos la patata cortada así de finita, la vamos echando en un cazo con abundante aceite bien caliente. Os aconsejo que lo vayáis haciendo en pocas cantidades para evitar que se nos apelmacen. Cuando estén fritas retiramos y reservamos sobre papel de cocina.
Y por último hacemos el ali-oli. Ponemos en el vaso de la batidora 2 dientes de ajo, un poquito de jugo de limón, una pizca de sal, un huevo y 200 gramos de aceite de girasol. El truco está en pillar la yema del huevo con la boca donde se alojan las cuchillas y así no se nos cortará, ni le tenemos que ir añadiendo el aceite poco a poco.
Cuando tengamos todo preparado, en un recipiente apto para horno, estiramos una cama de patatas, encima colocamos el bacalao y lo cubrimos con el ali-oli.
Con el horno precalentado, lo metemos en la opción de gratinar a 220ºC durante unos 7 minutos.
El ali oli debe quedarse como una costra. Lo servimos acompañados de los ajos fritos y la guindilla.
Espero que os guste y ¡que aproveche!
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