Cuentan los libros de Historia que allá por los años treinta surgió en la URSS un movimiento obrero que buscaba conseguir que los trabajadores aumentaran voluntariamente la producción para dejar en ridículo al mundo mundial y poder decir que nosotros –ellos, los soviéticos, en este caso- eran lo más de lo más. Recibía su nombre de un minero, Alekséi Stajánov, que en un solo día extrajo 102 toneladas de carbón en una mina de Donetsk, superando en catorce veces la media de extracción diaria de un minero normalito. Stajánov no pudo chulearse durante mucho tiempo porque los otros mineros se picaron, entraron en competencia con él y a los seis meses un tal Nikita Izótov extrajo 607 toneladas de carbón en un solo turno. “Si tú eres bruto, Alekséi, yo lo soy cinco veces más”, diría Nikita.
Que ¿por qué os cuento esto? Pues porque nuestras gallinas felices, de las que os hablamos en un post anterior, no entienden de vacaciones ni de fiestas y no paran de poner huevos que se amontonan en una cesta de mimbre de la cocina. Hemos hecho huevos fritos, huevos rotos, huevos cocidos, escaldados, pochés…, pero somos incapaces de consumir la docena diaria que salen del gallinero. Lo cual me induce a pensar que igual nuestras gallinas tienen ascendencia rusa y se han propuesto explotarnos laboralmente y dejarnos en ridículo.
Bueno, a lo que iba. Que con las claras de los huevos de estas gallinas estajanovistas hemos hecho este bizcocho para dar salida a tanta producción, porque resulta que muchas recetas incluyen yemas de huevo, pero con las claras qué hacemos, ¿eh, qué hacemos? ¡Malditas gallinas!
RECETA
.
INGREDIENTES
6 claras de huevo.
225 g de azúcar.
110 g de harina.
110 g de mantequilla.
Azúcar glas para espolvorear.
.
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Batir las claras a punto de nieve con un batidor eléctrico o a mano.
Sin dejar de batir añadir el azúcar poco a poco.
Incorporar la harina y la mantequilla previamente fundida al baño María o en microondas y mezclar con una espátula con movimientos envolventes.
Verter esta preparación en un molde untado con mantequilla o spray.
Meter en el horno precalentado a 180º durante 20 minutos. Comprobar si está bien hecho pinchando con una brocheta.
Sacar del horno, dejar unos minutos y desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe.
Una vez frío espolvorear con azúcar glas.
.
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Poner la mariposa y echar las claras. Montarlas durante 6 minutos, 37º y velocidad 3 ½ .
Sin parar la máquina añadir poco a poco la harina y la mantequilla previamente fundida al baño María o en microondas.
Verter esta preparación en un molde untado con mantequilla o spray.
Meter en el horno precalentado a 180º durante 20 minutos. Comprobar si está bien hecho pinchando con una brocheta.
Sacar del horno, dejar unos minutos y desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe.
Una vez frío espolvorear con azúcar glas.