1 kg de calabaza
150 g de azúcar
350 ml de leche
600 g de harina
2 huevos
Pelamos la calabaza, le quitamos las pepitas y la cortamos en dados. La ponemos en un cazo grande y cubrimos con el azúcar, mezclamos bien y lo dejamos reposar una hora. Pasado ese tiempo ponemos a fuego medio con la leche y lo dejamos cocer durante unos 30 minutos, hasta que la calabaza esté blanda. Apartamos del fuego y lo dejamos enfriar.
Ponemos el horno a 170º C. Cuando la calabaza esté fría la pasamos por la batidora y la trituramos muy bien. Mezclamos con los huevos batidos y añadimos la harina poco a poco mientras mezclamos con unas varillas. Vertemos la mezcla en un molde cubierto con papel vegetal para evitar que se pegue. Horneamos 30 minutos, hasta que al pinchar la masa con un palillo salga seco.
Cuando esté templado cortamos, decoramos a nuestro gusto y servimos.