Hoy lunes, para empezar bien la semana, os traigo otro bizcocho que me encanta y que suelo hacer casi siempre que me apetece tener algo rico para desayunar o merendar. Es el clásico bizcocho de yogur de toda la vida, sí, sí, el de los vasitos de yogur: 1 vasito de aceite, 2 de azúcar y 3 de harina. Es muy muy muy fácil de hacer y siempre queda bien. Además admite mil variaciones por lo que si te aburres le cambias un ingrediente y listo, ya tienes otro bizcocho diferente.
Yo hoy lo he hecho de limón, porque tenía unos limones por casa que no sabía que hacer con ellos, simplemente le he añadido a la masa la ralladura de uno de ellos y me ha quedado un bizcocho esponjoso con un sabor a limón muy rico. Ya cuando lo estaba horneando olía toda la casa a limón...mmmmm
INGREDIENTES:
1 yogur blanco
3 huevos
1 vaso de aceite de girasol
2 vasos de azúcar
3 vasos de harina
1 sobre de levadura
la ralladura de un limón
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanquee, después vamos añadiendo todos los ingredientes uno a uno removiendo cada vez: el aceite, el yogur, la ralladura del limón, y por último la harina junto con la levadura. Removemos todo bien hasta que quede una masa homogénea.
Vertemos la masa en el molde, yo he utilizado uno rectangular, pero se puede utilizar uno de cualquier otra forma.
Lo metemos en el horno a 180 ºC durante 40 minutos, o hasta que cuando pinchemos con un palo salga seco.
OTRAS IDEAS:
Podemos sustituir un vasito de harina por uno de colacao, o por uno de almendra molida, o añadirle una manzana troceada, o una cucharadita de vainilla, o unas gotitas de chocolate, o cualquier cosa que se os ocurra... Ya me contais!
Lo dejamos enfriar y a disfrutar...