Los bizcochos pueden ser tan variados como queramos, solo tenemos que añadir o cambiar los ingredientes saborizantes como la vainilla, la cáscara de limón o el chocolate.
Este es un bizcocho muy sencillo que sale riquísimo.
Ingredientes:
4 huevos.1 yogur natural.2 yogures de azúcar.1 yogur de aceite de oliva .3 yogures de harina.1 sobre de levadura.La ralladura de 1 limón.8 nueces picadas.chispas de caramelo al gusto.
Preparamos un bol grande e introducimos en el los huevos, el azúcar y el yogur al que habremos extraído el suero que se separa y se queda arriba. Lo batimos todo bien con unas varillas.
Añadimos después el aceite y la levadura y volvemos a batir enérgicamente.
Añadimos al bol, poco a poco, la harina tamizada a través de un colador y la vamos incorporando a la mezcla con las varillas hasta que toda se encuentre bien integrada y sin grumos.
Por último añadiremos las nueces picadas, la ralladura de limón y las chispas de caramelo y las integramos también en la masa.
Vertemos nuestra mezcla en un molde, engrasado con unas gotas de aceite y una fina capa de harina, y lo introducimos en el horno precalentado a 180 º C, a media altura durante unos 40 minutos.
Si viéramos que se nos está tostando demasiado por arriba podemos abrir el horno un instante y ponerle al bizcocho una lámina de papel de aluminio para que no se nos queme.
Cuando pasen los 40 minutos, apagamos el horno, abrimos un poco la puerta de este, y lo dejamos dentro durante 10 minutos. Después lo sacamos y lo dejamos templar antes de desmoldar.
Es perfecto para una merienda o un desayuno.
Se puede servir con nata (crema de leche), frutas, compotas…. Nosotros, en esta ocasión los hemos servido con unos dátiles adornados con unas hojas de menta y una fresa silvestre.