Hay que ver como una comida sencilla puede ganar mucho cuando se fríe, es lo que ocurre con el tradicional bocata de jamón de york y queso, que seguro que casi todos nos hemos hecho en alguna ocasión porque es fácil de hacer, se prepara en un momento y está rico. Ahora, si lo rebozamos y lo freímos vamos a tener un bocata mucho mas sabroso, tierno, jugoso, un capricho que nos podemos permitir de vez en cuando porque tampoco es cuestión de comerlo todos los días, pero pruébalo alguna vez porque este bocata frito de jamón y queso es una delicia además de una buena forma de aprovechar el pan del día anterior.
Bocadillo frito de jamón y queso
Ingredientes
pan del día anterior
leche entera o desnatada
huevo batido
jamón de york
queso curado
Preparación del bocadillo frito de jamón y queso:
Vamos a aprovechar el pan del día anterior, es mejor así porque lo vamos a mojar y se mantendrá mas entero. En un plato ponemos la leche, que puede ser entera o desnatada, y en otro ponemos el huevo batido.
Abrimos el pan, lo rellenamos con el jamón de york y el queso, lo pasamos por la leche, escurrimos un poco y lo pasamos por el huevo batido.
Lo vamos a freír en una sartén con abundante aceite a fuego medio hasta que esté dorado por ambos lados. Una vez frito los ponemos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
No ponemos cantidades porque depende de la cantidad de bocadillos que vayamos a hacer. No conviene hacerlos demasiado grandes para que quepan en la sartén y sean fáciles de manejar. Una receta muy parecida es esta de un emparedado de jamón.