Una de las cosas que me gustan de la cocina francesa es que con cuatro cosas, nunca mejor dicho, son capaces de preparar unos platos dignos de admiración y de crear bocados que te llevan hasta el cielo. Ya véis... un trozo de queso con mermelada y pan... Pues ellos son capaces de esto y mucho más.
Una deliciosa ensalada de angulas sucedáneas y frutos secos fue el complemento perfecto al bocadillo hace unas noches en la cena. De chuparse los dedos. No hace falta salir de casa para poder comer como en el mejor restaurante de la ciudad. Una estrella Michelin para mi cocina esa noche... ;)
Ingredientes
4 rebanadas de pan rústico
175 gr de queso camembert
2 cucharadas de mermelada de frambuesas (receta aquí)
Vinágre balsámico
Untamos las rebanadas de pan con mantequilla por uno de los lados.
Cortamos el camembert en dos cuñas y las colocamos sobre el lado sin mantequilla de las rebanadas.
Cubrimos las cuñas con una cucharada de mermelada y aliñamos con unas gotitas de vinagre.
Colocamos las otras dos rebanadas encima y freímos durante 1 ó 2 minutos por cada lado, presionando con una paleta para aplanarlo, hasta que este dorado y se derrita el queso.
Cortamos cada bocadillo por la mitad y ¡¡a comer!!