Los italianos llaman “ciambella” a los dulces que nosotros llamamos “roscas”; resumiendo, la “Bossolà” es una torta con un agujero en el medio; en consecuencia necesitamos un molde para Savarín.
Ingredientes
300 grs de harina blanca
300 grs de fécula de maíz
250 grs de azúcar blanca
1 sobre de levadura en polvo
1 cdita de esencia de vainilla
Ralladura de 1 limón
Ralladura de 1 naranja
200 grs de manteca derretida
4 huevos grandes
1 pizca de sal
Azúcar impalpable para decorar
Ingrediente opcional
3 cucharadas soperas de grappa
Preparación
Ante todo vamos a poner a calentar el horno a 170 grados y vamos a separar las claras de las yemas de huevo.
Después mezclamos los ingredientes secos en un bols grande y hacemos un hueco en el medio; entonces agregamos, una a una, las yemas mezclando bien después de cada una.
Derretimos la manteca y la dejamos enfriar unos minutos antes de agregarla a la preparación anterior junto con las ralladuras de limón y de naranja y de la esencia de vainilla (si optaron por la grappa, éste es el momento de sumarla a la preparación).
Batimos las claras a punto nieve y las unimos a la masa mezclando suavemente con una espátula.
Vertemos la masa dentro del molde previamente enmantecado y enharinado y llevamos a cocinar por 40 minutos.
Retiramos la torta del horno, la dejamos enfriar y la cubrimos con el azúcar impalpable.
Una variación: Podemos decorarla con azúcar cande o candi -como prefieran llamarla- pero entonces, esta torta se convertiría en un dulce típico del Véneto. Está en ustedes elegir la decoración y la región que más les guste.