Hace meses que tengo el libro BUNDT Cookbook de Nordic Ware y todavía no había hecho ninguna receta de este libro de la mítica marca de moldes americana. Pues había que ponerle remedio. Y hoy es un buen día, sí hoy, el 21 de octubre de 2.015. Los que andéis rondando los 40 como yo sabréis que hoy es la fecha a la que viaja Marty McFly, el protagonista de Regreso al Futuro II, con su DeLorean. En la película meten una minipizza en un microondas y sale tamaño familiar. Podría haber sido un bundt cake el que de mini pasara a maxi pero no, perdería toda la gracia. Lo bonito de la repostería es eso, prepararla, hornearla y compartirla. En el pasado, presente y futuro estos moldes tienen cabida y la repostería casera sigue siendo artesanal aunque tengamos aparatos que nos faciliten el trabajo. En un molde que bien podría ser de los 80 porque estos moldes son muy longevos así que la receta de hoy podría haberse hecho en un molde de época. Concretamente de la primera mitad del siglo XX.
El libro de Nordic Ware tiene muchas recetas, dulces, saladas, pero hay una parte que utiliza preparados. Sí, empiezas a leer una receta y de repente ves que hay unas 37 recetas en las que entre los ingredientes tienes preparados o mides de bizcochos de los que venden habitualmente en los supermarket americanos. A mi gusto esto le quita mucho encanto. Pero es lo que hay, en USA consumen mucha comida prefabricada, y la repostería no iba a ser una excepción.
El nombre de este bundt cake es en honor a una primera dama estadounidense, Lady Bird Johnson, esposa del Presidente Lyndon Johnson. Una dama culta, periodista, empresaria, que fue conocida en su país por su apodo (ladybird en inglés significa mariquita). En inglés suena mucho mejor, no me imagino aquí en España alguien con ese nombre, Mariquita Pérez, por ejemplo, para una muñeca vale pero para una primera dama, no sé, no sé. Desde luego este bizcocho bien merece un nombre así porque es simplemente una delicia, denso pero jugoso, con ese color amarillento natural tan bonito y ese olor y sabor cítrico a limón que tanto me gusta. Va a ser uno de esos bizcochos clásicos en mi casa. Lo he horneado en un molde de bundt cake y también en un molde tipo loaf o plum cake. Delicioso de todas las maneras posibles. Si a estas alturas de mi recorrido por el blog aún no sabes lo que es un bundt cake, uno de esos moldes con chimenea de la marca Nordic Ware no pasa nada, pincha aquí. Si quieres consejos para hornear un bundt cake perfecto, pincha aquí.
Y dicho esto volvamos al presente y horneemos un delicioso bizcocho de limón. Como novedad os diré que sólo lleva yemas de huevo, no las claras, de ahí su color. Nada de colorantes, ya sabéis, sólo cuando sea preciso. Para no quedarme con 8 claras y no saber qué hacer con ellas, esta vez he comprado yemas de huevo pasteurizadas. Teniendo en cuenta que se necesitan 8 yemas, que cada yema pesa aproximadamente 20 g, exactamente he podido hacer dos veces la receta con un sólo brick de 330 ml de yemas pasteurizadas. Las compro en el supermercado Consum, en refrigerados, junto a las carnes. Sencillo, limpio y la cantidad justa para repetir la receta. Que ya sabéis que cada receta que publico está contrastada, no ha salido así por azar, siempre las hago al menos dos veces. Si me parece lo suficientemente buena y rica, la publico, si no, no.
Dicho esto vamos con este delicioso bundt cake. Podéis hornearlo en otro molde si no tenéis uno de Nordic Ware. Yo he utilizado el Fleur de Lys de 9 cups. Aunque este sea el ideal para hornear la receta. Hoy no os voy a poner el paso a paso porque creo que es tan fácil que huelga poner nada más que el resultado. Recordar que los ingredientes han de estar a temperatura ambiente.
Lady Birds’s famous lemon cake
INGREDIENTES (unas 12 raciones):
Bizcocho
– 170 g de mantequilla sin sal
– 250 g de azúcar
– 8 yemas tamaño L (unos 20 g por yema=160 g de yemas)
– 300 g de harina de todo uso
– 3 cucharaditas o TSP de levadura química (tipo Royal)
– 1/2 cucharadita o TSP de sal
– 180 ml de leche entera (o semi en su defecto)
– 1 cucharadita o TSP de extracto de vainilla
– 1 cucharadita o TSP de ralladura de limón
– 2 cucharaditas o TSP de zumo de limón
Glaseado de limón
– 1 cucharada o TBSP de mantequilla
– 120 g de azúcar glas seda o icing sugar
– 2 cucharadas o TBSP de zumo de limón
– 1 cucharadita o TSP de ralladura de limón
Preparar el molde a utilizar (preferiblemente bundt o loaf cake) con aceite desmoldante o untado de mantequilla o papel sulfurizado. Precalentar el horno a 165ºC con calor arriba y abajo. En un bol grande batir la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y quede muy cremosa. Añadir las yemas que habremos batido previamente hasta que palidezcan. Se puede hacer a mano o con varillas eléctricas o robot de cocina. Mezclar bien en un bol y tamizar juntos la harina, la levadura y la sal y reservar. En una jarra mezclar la leche con la vainilla. A la mezcla de mantequilla, azúcar y yemas añadir 1/3 de los ingredientes secos y cuando este integrado añadir 1/3 de la mezcla de leche y vainilla. En este punto es mejor batir a mano, sólo lo justo para integrar. Así ir añadiendo alternativamente hasta que agotemos los ingredientes. Por último añadir la ralladura de limón y el zumo. Mezclar un par de minutos y verter en el molde bundt de una sola vez. Una vez lleno golpear un par de veces sobre el mármol colocando un trapo en medio. Colocar a media altura y hornear a 165ºC durante 1 h o hasta que al introducir un palito en el centro este salga limpio. Yo esta vez he utilizado el termómetro de la marca Nordic Ware que cuando lo sacas de la masa está rojo si está bien hecho y azul si aún le falta un poco (es la varilla azul que veis en la foto de abajo a la derecha). Si utilizas un molde tipo loaf o plum cake quizá necesite unos minutos más, dependerá de cada horno. Una vez horneado sacar del horno y dejar que se enfríe en el molde durante 10 minutos. Una vez pasado este tiempo desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Como veis en un molde u otro queda de lo más apetecible.
Glaseado: en un bol pequeño mezclar la mantequilla pomada con el azúcar. Añadir el zumo de limón según queráis una consistencia más o menos densa y más o menos aromatizada. Finalmente añadir la ralladura de limón. Verter sobre el bizcocho. Si quieres puedes añadir unas almendras crocante por encima, unos frutos rojos que combinan muy bien con el ácido del limón, unos trocitos de fruta confitada de limón, unos arándanos … Tambié podéis cambiar el glaseado por un poco de nata (crema de leche) fresca aromatizada con zumo y ralladura de limón.
La miga es compacta, con consistencia, prieta. Lo aguanta todo.
El olor a cítrico y el color amarillento me encanta.
Con o sin glaseado simplemente delicioso. Un clásico.
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