Uno de los postres más representativos del tiempo de Cuaresma son los buñuelos.
Aunque, como siempre digo, cualquier época es buena para comerlos, porque limitar a una época el consumo de estas ricuras no debe ser bueno.
Y es que estos buñuelos son algo atípicos, se preparan con yogur y se tarda media hora en saborearlos calentitos, que es como a mi me gustan. Aunque si no me doy prisa no llego a probarlos ni fríos ni calientes jejeje.
Los sábados nos reunimos en casa de mi madre para comer. Normalmente nos juntamos 10 o 12 personas. Yo soy la encargada del postre y este sábado quise preparar estos buñuelos allí mismo. Si los hubiera hecho en mi casa y llevado hasta allí, no tendrían el encanto de comerlos recién hechos.
A fin de cuentas, se tarda muy poco y no se necesita nada que no tengamos en cualquier casa. Así que anímate a hacerlos hoy mismo y verás como te aplaude tu familia.
INGREDIENTES: (Para unos 35 buñuelos)
2 huevos
2 yogur natural desnatado edulcorado
2 medidas de yogur de harina
1 medida de yogur de azúcar glass
ralladura de naranja
3 cucharadas de zumo de naranja
1 cucharada de levadura química tipo Royal
Para Adornar:
Azúcar blanquilla y azúcar glass
PREPARACIÓN:
Ponemos los huevos, los yogures, el azúcar glass, la ralladura y el zumo de naranja en un recipiente y batimos hasta integrar bien.
Añadimos la harina y la levadura y volvemos a mezclar bien hasta tener una masa homogénea.
Como os he dicho, estos buñuelos los hice en casa de mi madre con unas simples varillas. De haber estado en casa hubiera usado mi thermomix mezclando los ingredientes en dos pasos durante unos 20 segundos a velocidad 4.
Ponemos en un cazo pequeño y hondo aceite de oliva suave. La cantidad suficiente para que los buñuelos puedan freirse al completo. Cuando el aceite esté caliente pero sin echar humo, cogemos una porción con una cucharita de postre y la dejamos caer. El primer buñuelo es el que nos marcará el tiempo de fritura, pues iremos viendo como se dora.
Conviene tener el aceite a una temperatura suave para que se doren y se hagan bien por dentro. A medida que vemos que se van dorando, les damos la vuelta para que sigan haciéndose por el otro lado.
No pongáis a freír mucha cantidad a la vez, yo los iba friendo de tres en tres.
Al sacarlos los rebozamos en azúcar blanquilla o bien les espolvoreamos azúcar glass, al gusto vuestro. Yo hice mitad y mitad.
Mezclamos bien huevos, yogures, azúcar glass, zumo y ralladura de naranja.
Añadimos la harina y levadura y volvemos a mezclar bien.
Tiene que quedar una masa lisa. Ahora los freiremos cogiendo porciones con una cucharita de postre. Es mejor que usar una cuchara grande.
Al acabar de freírlos los pasamos por azúcar. Yo hice una tanda con azúcar glass y otra con azúcar normal.
Son unos buñuelos, ligeros, suaves, esponjosos y ¡riquísimos!