Piruletas de chocolate, bombones de chocolate o como se les conoce mundialmente, Cake pops de chocolate. Hasta hace unos años nadie sabía lo que eran, pero el mundo de la cocina y, en especial, la repostería vivieron toda una regeneración, donde salieron a la luz creaciones como esta. Así que os presente mi propia versión.
Aunque no lo parezca, los Cake pops en su origen eran de Aprovechamiento, porque "reutilizaban" bizcochos que se habían quedado secos de estar al aire. Sin embargo, en la actualidad, han acabado obteniendo su propia receta. En mi caso, me he decantado por seguir las directrices propias de su nacimiento. Son mis primeros Cake pops y creo que es conveniente elaborarlos siguiendo su receta original. Así que seré fiel a ella, aunque en el futuro seguramente explorare nuevas vías de creación.
INGREDIENTES:
Bizcocho seco.
Queso de untar/ queso crema.
Chocolate con leche.
Toppings.
Palitos para sujetar nuestros Cake pops.*Para los Cake pops mucha gente usa palitos profesionales de plástico. En mi caso no tenía, así que opté por coger unos de madera y cortarlos, de esos que se usan para hacer pinchitos y aunque quede menos estético, te hacen la misma función.
Primero. Desmigamos el bizcocho. Lo podemos hacer con las manos, pero si tenemos una picadora mejor, porque lo haremos más rápido. A continuación, echaremos el queso de untar. Si os dais cuenta, no os he puesto cantidades y es por una sencilla razón, dependiendo de lo que os haya sobrado de bizcocho, pues tendréis que usar más o menos ingredientes. Así que mi consejo es que uséis tanta crema de queso, hasta que el bizcocho se quede como una bola de masa perfecta, que nos recuerde a cuando hacemos galletas. Es decir, pegajosa, que no quede granulada y tampoco se nos quede en las manos. Una vez tengamos conseguida esa textura, hacemos bolitas
Segundo. Fundimos como tres onzas de chocolate para hacer la sujeción del Cake pop. El proceso consiste en mojar el palito e introducirlo en la bolita hasta que quede fijado, pero sin llegar hasta abajo y que nos llevemos la sorpresa de que sobresalga por el otro lado.
Tercero. Una vez tengamos todas nuestra bolitas con sus palitos, es hora de meterlas en el frigorífico durante unas dos horas. De esta forma conseguiremos que ambos elementos queden bien sujetos y cuando pongamos recto nuestro Cake pop, este no acabe el bizcocho por un lado y el palo por otro.
Cuarto. Una vez pasado el tiempo, fundiremos nuevamente más cantidad de chocolate y cubriremos nuestros Cake pops con él. Cuando estén totalmente embadurnados, propiciaremos unos golpecitos para quitar el exceso de chocolate y así nos quede una cobertura fina. Después verteremos sobre ellos el topping que más nos guste, pero siempre tenéis que hacerlo antes de que el chocolate se seque, ya que la virutas deben quedarse fijadas.
Finalmente, este es el aspecto de los Cake pops de chocolate. No tienen ninguna ciencia y quedan muy vistosos. Debo admitir que no es uno de los dulces que más me guste, me ocurre igual que con el fondant, que no me entra del todo. Mas, entiendo que sea una de las recetas más populares, ya que estéticamente quedan geniales.
Además, son perfectos para ponerlos en mesas para celebraciones, para darlos de recuerdo, para hacerlos para los amigos. En fin, te permite muchas posibilidades. En mi caso usé un bizcocho de zanahoria, y la verdad, el resultado fue estupendo.
Espero que os haya gustado esta nueva publicación, así que no dudéis en comentarla. También deciros que estoy presente en infinidad de redes sociales: Twitter, Facebook, Pinterest, etc., (columna de la derecha) y me gustaría teneros allí también. Os espero en la próxima, aquí, en Recetas de Azúcar y Orégano.
Texto e Imágenes: PROPIAS