Sí, ya sé que ha empezado el otoño y la gente ya está asando calabazas, preparando postres para Halloween y algunos blogs hasta dulces navideños. Pero en Valencia a pesar de haber tenido una semana lluviosa todavía hace una temperatura muy agradable y a ratos calor de 30ªC todavía. Así que me he decidido a hacer esta tarta sin horneado y fría. Este fin de semana la excusa perfecta ha sido una merendola con compañeras y amigas del hospital. Una tarde-noche de risas, confidencias en una buena mesa con picoteo salado y como colofón un trozo de tarta para nosotras y un batido de Oreo para los peques. Estos momentos son muy importantes para mí, me dan vidilla. Así despido el verano como toca. Estaba perruna, no quería hacer mucho trabajo ni encender el horno después de haber estado una semana entera haciendo la Drip Cake de dos pisos. Así que esta tarta me pareció la mejor opción.
Esta receta americana la encontré en Pinterest y me llevó a un blog, The Gallery Gourmet, que a su vez utilizó la receta original de un programa de cocina de la TV americana. Había visto muchas recetas de cheesecake en multitud de blogs, en su mayoría con queso crema, nata (crema de leche) y oreos pero no sé por qué no me convencían. Esta me pareció más contundente y así fue, está simplemente deliciosa y más sabrosa. No soy muy aficionada a las Oreo, pero de vez en cuando puedo hacer una excepción. La próxima será horneada.
La cantidad que he puesto para la base de galleta sirve para forrar la base del molde, si queréis cubrir también las paredes habrá que doblar la cantidad. Las yemas están cocinadas así que no hay riesgo de contaminación. Esta tarta es ideal para preparar de un día para otro o incluso para congelar sacándola la noche antes a la nevera para servir. Para desmoldarla es mejor que esté un poco congelada aunque no imprescindible. También podéis cubrir los bordes con la base de galleta, o colocar una tira de acetato (como hice con la Tarta Tiramisú) o bien pasar un cuchillo fino por los laterales.
He utilizado un molde redondo desmontable de 17 x 7 cm. He combinado dos texturas pero podéis hacerlo solo con una. Una parte de la crema la he mezclado con Oreo trituradas y la otra con Oreo troceadas, igual de buenas las dos. Para que no quede demasiado pesada cortar 8 raciones, es de esas tartas muy ricas y densas. Mejor raciones pequeñas. Y mejor para merendar que después de una comida o cena copiosa.
Cheesecake de Oreo sin horneado
INGREDIENTES (para 8 raciones):
Base (para cubrir la base del molde)
– 170 g galletas Oreo picadas (con relleno)
– 90 g de mantequilla
Relleno
– 120 ml de leche entera
– 2 yemas de huevo XL
– 15 g de harina
– 110 g de chocolate blanco troceado
– 900 g de queso crema tipo Philadelphia (no light)
– 40 g de azúcar glas
– 1 TSP de extracto o pasta de vainilla
– Una pizca de sal
– 8 galletas Oreo troceadas o trituradas
Topping
– Nata montada (crema de leche)
– Oreo minis
Base
Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla derretida. Presionar la mezcla uniformemente en el fondo y los lados de un molde redondo desmontable de unos 17 cm de diámetro. Refrigerar mientras preparamos el relleno.
Relleno
Calentar 90 ml de leche en un cazo mediano a fuego medio hasta que hierva. Mientras tanto, batir las yemas de huevo, la harina y la leche restante en un un recipiente grande hasta que obtengamos una mezcla suave. Añadir lentamente la leche caliente en la mezcla para atemperar las yemas. Volver a calentar la mezcla obtenida y cocinar a fuego medio, removiendo constantemente, hasta obtener una crema gruesa y brillante, durante 1 a 2 minutos. Retirar del fuego y añadir el chocolate blanco troceado y mezclar hasta que se derrita. Verter la mezcla en un bol y cubrir con film transparente directamente sobre la superficie. Refrigerar hasta que se enfríe, al menos 1 hora.
Con un batidor, robot de cocina tipo K.A. o un mezclador de mano, batir el queso crema, el azúcar, la vainilla y la sal a velocidad media hasta que esté suave y esponjoso, unos 2 minutos. Reducir la velocidad a medio-bajo y mezclar con el relleno anterior frío hasta que estén integrados, unos 30 segundos. Verter una cuarta parte de la mezcla de crema de queso de manera uniforme sobre la base de galletas y mantequilla enfriada y espolvorear un tercio de las galletas troceadas sobre la superficie (o si lo preferís picadas). Repetir el proceso dos veces, luego cubrir con el relleno restante. Refrigerar hasta que cuaje, por lo menos 6 horas o toda la noche en la nevera. Aguanta en nevera hasta 3 días.
Topping
Decorar con rosetones de nata montada (crema de leche) fría, mini galletas Oreo o espolvorear con galletas Oreo trituradas. Como veis yo combiné las tres cosas.
Podéis forrar solo la base del molde o bien, como he hecho yo, también las paredes.
Rosetones de nata montada (crema de leche), Oreo picadas y mini Oreo son un buen complemento.
Una muy buena idea para cortar esta tarta sin morir en el intento es congelarla previamente. Con 2h sería suficiente. Es tan cremosa que a pesar de calentar un cuchillo, al corte tiende a pegarse mucho la crema, sobre todo con el primer trozo. Y como me da mucha rabia que se desparrame la mejor opción que encuentro es darle un poco de frío extra cortar las porciones y dejar en la nevera que se descongele.
Al corte se aprecian las dos capas:
Una con la crema mezclada con Oreo trituradas y otra con Oreo troceadas.
Para cortar esta tarta es mejor que esté un poco congelada.
Servir recién sacada de la nevera, es tan cremosa que precisa refrigeración.
Sin horneado.
A mí me ha conquistado ¿te animas a hacerla?
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