Algunos vemos el confinamiento como un reto a la imaginación a la hora de abordar la preparación de la comida o la cena. Tenemos más tiempo y eso nos permite ser más creativos y felices en la cocina y podemos preparar recetas más elaboradas. Nunca antes la cocina se ha vuelto tan vital en el hogar.
Tanta es la afición que se ha despertado por la cocina que, todos hemos podido leer en las redes, o oído en la radio o televisión, como los cocinillas más avanzados están preparando su propia pasta fresca, o su propio pan. Todo el mundo está horneando bizcochos, tartas o pasteles. He oído expresiones como “horneado de cuarentena”.
Aunque volvamos a costumbres anteriores, el aquí y el ahora exige que muchas personas aprendan a cocinar por sí mismas porque se han visto obligadas a quedarse en casa. Hay mucha gente que apenas sabía freír un huevo y ésto ha sido como un curso intensivo de cocina. Adquirirán una nueva habilidad de por vida.
Y, además, nos organizaremos mejor. Cuesta lo mismo cocinar dos tazas de arroz blanco que una, o asar cuatro cebollas en lugar de dos. Siempre conviene tener reservas de básicos preparados en nuestro refrigerador que podamos utilizar en una próxima comida
No se si le pasará a todos, pero muchos se darán cuenta que cocinar relaja. Y esta táctica es algo que habremos aprendido para el resto de nuestras vidas.
El aburrimiento, la ansiedad, el miedo y también la diversión: todos están presentes en nuestras cocinas estos días. Ahora es el momento para cultivar y alentar una habilidad en la cocina que los libros de recetas no enseñan: el ingenio. Eso significa adoptar un enfoque valiente no solo para lograr una comida atractiva con una lista completa de ingredientes sino, además, ser capaces de “inventar” una comida con lo que tengamos en casa. ¿Por qué no rebozar un filete de pechuga con Doritos triturados si no tenemos pan rallado?
Cuando nuestra vida vuelva a la normalidad, con suerte habremos adquirido un nuevo conjunto de “instintos e improvisaciones” en la cocina. Y tal vez incluso conservemos platos que constituirán un vínculo culinario y emocional directo con la pandemia, al igual que las recetas nacidas de tiempos terribles como una guerra. Hay recetas o platos que surgieron de la guerra, la pobreza, las limitaciones, las raciones y las restricciones y nos han acompañado hasta hoy.