Aunque parecía que los huevos rellenos habían quedado en el olvido, últimamente no puedo evitar notar que están volviendo con fuerza. Los encuentro en publicaciones de recetas, en cafeterías y hasta en restaurantes de moda. Pero, ¡atención!, están regresando con una nota de modernidad que los hace más irresistibles que nunca.
Los huevos rellenos, tan populares hoy, tienen sus raíces en la Roma Imperial, donde en las comidas elegantes se servían los huevos duros condimentados con salsas picantes.
Durante la ocupación islámica en Andalucía, aparecieron también algunas recetas de huevos rellenos, donde las yemas se mezclaban con cilantro, jugo de cebolla, pimienta, salsa de pescado, aceite y sal. Esta práctica se extendió por Europa con recetas medievales que incluían ingredientes como pasas, queso, hierbas y que luego evolucionaron con el tiempo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los huevos rellenos despegaron como plato de picnic y aperitivo. Su versatilidad permitió que los cocineros modernos reinventaran el clásico, incorporando ingredientes contemporáneos como caviar, cangrejo y salmón ahumado.
¿Os acordáis de aquellos huevos rellenos de ensaladilla rusa de nuestras madres en las reuniones familiares? Bueno, pues ahora están de vuelta, pero con un toque contemporáneo que los convierte en el aperitivo perfecto para sorprender a tu familia o invitados.
Yo soy bastante tradicional en la cocina pero también me encanta estar a la vanguardia de las tendencias gastronómicas, y hoy os traigo una receta que fusiona lo clásico con lo moderno: ¡huevos rellenos de brandada de bacalao!
Huevos rellenos de brandada de bacalao
Dificultad: muy fácil
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Ingredientes
8 huevos (2 por persona o medio, dependiendo de si hay más aperitivos)
80 gramos de migas de bacalao desaladas
50 ml de leche
1 patata
1 diente de ajo
Perejil
Aceite de Oliva
Sal
Preparación
Cocer los huevos y reservarlos.
Pelar la patata, trocearla y cocerla en un cazo con la leche hasta que quede tierna.
Chafar la patata con un tenedor hasta obtener un puré.
Desalar las migas de bacalao, secarlas bien y reservarlas.
Pelar el ajo, cortarlo en láminas finas y freírlo con un poco de aceite hasta que esté dorado. Añadir el bacalao y confitarlo. Mover bien hasta obtener una salsa ligada. Incorporar la patata y el perejil, mezclar bien y dejar reposar en la nevera para que tome consistencia.
En este caso he decorado el huevo con un poco de yema rallada y un trocito de pìmiento picante.
Fuente: este post proviene de COMMEMEMUCHO, donde puedes consultar el contenido original.
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