Comer toda la familia
En muchas familias españolas, los niños suelen comer o cenar antes y los padres más tarde. Es favorable que todos coman a la misma hora, pues tal como establece la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comer en familia con frecuencia se considera ya un factor de prevención de algunos problemas de salud, alimentación, trastornos de conducta y comportamiento. Desde el punto de vista nutricional comer en familia frecuentemente se asocia con el seguimiento de dietas más equilibradas y de mayor calidad, y ciertas ventajas en el estado nutricional y de salud de las personas que lo frecuentan, especialmente niños y adolescentes. De esta manera, los niños ven lo que comen los padres y hacen mayor esfuerzo en comérselo.
Alimentos de pescado con el formato de siempre
Las hamburguesas siempre han sido mucho más atractivas para los más pequeños. Son tiernas y tienen mejor sabor. Una de las maneras de que los niños coman pescado es introducirlo en alimentos como mini hamburguesas de pescado con queso y bacon, nuggets de merluza o pastel de pescado mezclado con otros ingredientes. También pueden hacerse sopas y cremas que entran mejor.
Educar desde la cocina
Que los niños entren en las cocinas ayuda a ver el producto antes de cocinarlo, también durante su proceso y el resultado final. Es bueno que el niño ayude en todo este proceso para entender más sobre texturas, sabores, colores y nutrientes. Si dejamos que toquen los alimentos y los preparen, damos herramientas para que se interesen por distintos tipos de platos para comérselos luego.
Un buen emplatado
La manera en la que servimos los alimentos también es muy importante. Comer entra por los ojos, especialmente a ciertas edades, y para ello nada mejor que hacer un esfuerzo con una presentación divertida. En forma de dibujos, con revuelto con tortilla, mezclar pescados en los sándwiches con queso y jamón, etc.