Aunque no debería comprar carne, tenemos demasiada en el congelador, el otro día fui con la mujer a un conocido supermercado y se me antojo comprar un costillar de cerdo que nos costó algo más de 3 euros, para adobarlo y cocinarlo en la freidora de aire en unos 10 minutos.
Para que la comida se hiciera rápida, opte por freír las patatas en una freidora eléctrica de aceite y así cocinaba con las dos freidoras a la vez.
Ingredientes (2 personas):
1 costillar de cerdo
4 patatas medianas
Pimienta negra molida
Orégano
Pimentón rojo molido
Orégano
Aceite de oliva
Sal
Preparación (15 minutos):
El día anterior, separamos con la ayuda de un cuchillo afilado las costillas del costillar, siguiendo la forma de los huesos.
Colocamos las costillas en un cuenco y las aderezamos con abundante, orégano, pimentón, pimienta negra, sal y aceite, mezclamos bien, tapamos con papel aluminio o plástico de cocina y guardamos en la nevera hasta que vayamos a utilizar.
Al día siguiente, pelamos y cortamos las patatas de la forma que más os guste para freírlas, yo opte por la forma tradicional, que hacía semanas que no comíamos unas patatas fritas de toda la vida.
Colocamos las patatas en un recipiente con agua para que suelten el almidón.
Escurrimos las patatas con la ayuda de un escurre verduras.
Cuando las patatas estén escurridas, las colocamos en la freidora de aceite, con el aceite frío y encendemos la freidora a temperatura media baja para que las patatas se pongan blanditas pero sin dorarse.
Precalentamos la freidora de aire a 180 grados.
Una vez precalentada la freidora colocamos las costillas en la cesta de la freidora y cocinamos durante unos 5 minutos.
Removemos las patatas y subimos la temperatura del aceite para que se doren por fuera las patatas, así nos quedaran unas riquísimas patatas fritas tiernas por dentro y crujientes por fuera.
Damos la vuelta a las costillas y cocinamos otros cinco minutos más.
Repartimos las costillas y las patatas entre dos platos.
Sazonamos las patatas y servimos.
Pensé que sobrarían, pero solo sobraron los platos y los huesos se los zampo el perro.