Tenía pendiente de publicar una mermelada de tomate y guindilla, pero dándole vueltas a la cabeza sobre qué preparar, he pensado que ese toque dulce y picante le iría bien a la morcilla, y he optado por caramelizarla. El resultado sorprendente!
Con esta receta participo en el concurso patrocinado por el blog Pinchos y Canapés, patrocinado por Embutidos Rios y la colaboración del Hotel Grupo Don Pablo. Quería darle un aire mas actual y la he presentado en cuchuruchos y éstos a su vez en chupitos de cristal, combinando tradición y modernidad. Me ha encantado como han quedado.
Ingredientes:
1 Morcilla de Burgos Rios
12 Obleas de masa Wonton
4 Cucharadas soperas de mermelada picante
20 g. Pistachos
Mermelada de tomate y guindilla picante:
500 g. Tomates
500 g. Azúcar
Zumo de medio limón
1 Palo de canela
1 Trocito jengibre rallado
2 Guindillas o cayenas picantes
Elaboración:
Comenzamos preparando la mermelada, para ello pelamos y quitamos las simientes a los tomates y los ponemos a cocer a fuego lento junto con el resto de los ingredientes, es decir, el azúcar, la canela, el zumo de limón, la ralladura de jengibre y las guindillas, hasta que se consuma el agua que haya soltado y se caramelize, dependiendo de los tomates, alrededor de una hora. Dependiendo de cómo nos guste podemos triturarla o no.
Para hacer los cucuruchos, enrollamos las obleas de pasta Wonton alrededor de un molde metálico y le damos la forma. Freimos en abundante aceite, cuando se doren, sacamos del fuego, esperamos unos minutos y retiramos el molde.
Desacemos la morcilla y la ponemos a pochar en un par de cucharas de aceite, cuando veamos que empieza a hacerse añadimos las cucharadas de mermelada y unos pistachos troceados y la dejamos unos minutos hasta que veamos que el conjunto se ha ligado y caramelizado.
Llenamos los cucuruchos con la morcilla caramelizada y rematada con pistachos picados y presentamos en un chupito de cristal al que le pondremos una cucharita de mermelada.