En realidad esta receta la hice ya hace días, pero todavía no me he olvidado de lo rica que estaba. Sorprendente la mezcla de sabores. Y como casi siempre, sencilla, barata y podemos dejarla casi lista con antelación.
Ingredientes:
- 1 paquete de pasta brick
- 1 morcilla de Burgos (300 grs)
- 2 manzanas
- 100 grs de azúcar moreno
- 150 ml de vino blanco
- mantequilla derretida
En primer lugar caramelizamos la manzana. Una vez pelada y troceada en finas rodajas la ponemos en una cazuela al fuego con el azúcar y el vino. Cocemos a fuego medio hasta que el liquido se evapore removiendo de vez en cuando. Una vez listo, reservamos.
En una sartén, ponemos un poquito de aceite y freímos la morcilla sin la piel y desmenuzada. Cuando la morcilla empiece a dorarse, agregamos la manzana y rehogamos todo junto hasta que este hecho. Una vez que la mezcla esta hecha se retira y se deja que enfríe para poder manejarla.
La pasta brick se seca con facilidad, por lo que recomiendo que no la saquéis hasta el momento de hacer los paquetes, que en este caso sera en forma de triangulo.
Extendemos la lamina de pasta brick y la cortamos en tiras. Rellenamos con un poquito de la mezcla de la morcilla y manzana y plegamos como en la foto.
Con un pincel ponemos mantequilla para sellar. La mantequilla la podemos emplear en cualquier momento para poder ablandar la masa.
Como vamos a hornearlas, una vez tengamos todos los triangulitos, los pintaremos con un pincel con la mantequilla.
Dorar en el horno unos minutos a 200 ºC. Ojo por que como solo es dorar se hacen enseguida .
Dejar templar y listo.
Y ademas...... podemos congelar los paquetitos antes de hornear y así están listos para cualquier ocasión.
Por supuesto podeis hacer otras cosas que no sean triangulitos, todo lo que se os ocurra.
Y por ultimo, otra variante seria freírlos, que también están riquisimos, pero en mi opinión esta opción es muy jugosa y menos calórica.