¿Te gustan las croquetas? La verdad es que no conozco a nadie a quien no le gusten. Te traigo unas Croquetas de morcilla y cebolla caramelizada que están para chuparse los dedos. Es una mezcla perfecta que junto con la bechamel es todo un manjar. Las he preparado fritas, pero también las puedes hacer en freidora de aire y le quitas bastantes calorías. Sale una buena cantidad de croquetas así que congélalas y las tendrás listas para cocinar cada vez que quieras sin necesidad de descongelar.
Ingredientes
1 l de leche
150 g de morcilla
100 g mantequilla
100 g de harina
50 g de cebolla caramelizada
Sal, pimienta y nuez moscada
Para empanar:
Huevo batido
Pan rallado
Croquetas de morcilla y cebolla caramelizada: preparación de la receta
1. Cocina la morcilla para hacer las croquetas de morcilla y cebolla caramelizada. En una sartén pequeña, cocina la morcilla sin la piel y cortada en rodajas con un chorrito de aceite hasta que empiece a tomar color. Retira y reserva.2. Prepara la bechamel. En otra sartén, derrite la mantequilla y añade la harina. Mezcla bien para que se tueste y vierte la leche poco a poco batiendo con las varillas para que no queden grumos. Pon a punto de sal, pimienta y nuez moscada y cuece a fuego lento y sin parar de remover para que vaya espesando. Añade la morcilla desmigada y la cebolla caramelizada, mezcla y trabaja la masa durante 5 minutos o hasta que se separe de las paredes.
3. Pon toda la bechamel en una bandeja. Tapa con film de cocina en contacto y deja enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera hasta que esté bien fría (mejor de un día para otro).
4. Forma las croquetas. Toma una porción de masa. Rebózala con pan rallado y aprovecha para darle forma de croqueta. Pásala por huevo y, de nuevo, por pan rallado.
5. Cocina las croquetas. Fríelas en abundante aceite caliente y sin mover demasiado para que no se rompan.
Mis consejos para preparara Croquetas de morcilla y cebolla caramelizada:
Para la cebolla caramelizada, pica una buena cantidad de cebollas y cocínalas a fuego muy lento con un chorro de aceite y una pizca de sal hasta que tome un color oscuro. Añade agua de vez en cuando para que no se queme y sigue cocinando hasta que obtengas un color muy oscuro pero sin sabor a quemado.Si quieres congelar las croquetas, colócalas en una bandeja separadas unas de otras. Cuando estén duras, guárdalas en una bolsa para congelar. Fríelas en abundante aceite sin necesidad de descongelarlas antes.