La primera opción para cocinar patatas son las típicas patatas fritas, estas, son una guarnición que gusta a grandes o pequeños. Generalmente, para degustarlas de esta forma, la patata se corta en bastoncitos y dependiendo del tiempo de cocinado, podemos hacer que estén más crujientes o más blandas, a gusto de cada uno. También hay algunos consejos para conseguir seguro el efecto deseado:
- Dejar las patatas fritas blandas: antes de cocinarlas se pueden meter al horno durante 10 minutos a temperatura media.
- Conseguir que las patatas fritas queden más crujientes: espolvorearlas con sal fina, una vez cortadas, dejarlas así durante media hora y secarlas con un paño antes de freírlas.
Las patatas asadas pueden servir de guarnición o ser un plato único rellenas de distintos ingredientes. Uno de los mayores inconvenientes de esta técnica de cocina es que suele tardarse bastante tiempo en que la patata se ase, pero se puede acelerar este proceso.
- Cómo asar patatas rápidamente: se recomienda envolver todas las patatas en papel de aluminio y pinchar en cada una de ellas un clavo que penetre hasta el centro de la patata.
Por último, las patatas hervidas o cocidas son el elemento indispensable en ensaladas y ensaladillas, así como para mezclar con distintas verduras. Un problema frecuente en este tipo de cocinado es que las patatas se pueden romper, o, una vez cocidas, sea difícil pelarlas. Para esto, también te damos soluciones
- Cómo pelar las patatas hervidas: sumergirlas en agua fría, inmediatamente después de haberlas hervido.
- Cómo conseguir que las patatas hervidas no se deshagan: es conveniente pincharlas con un tenedor antes de cocinarlas y añadir al agua de cocción una pequeña cantidad de limón o vinagre. Cuando las patatas son viejas es recomendable ponerlas a hervir en agua fría mientras que, si son nuevas, el agua debe llevar un poco de sal.
¿Cómo prefieres degustar las patatas? ¿Tienes algún truco para que te salgan perfectas?