Antes las magdalenas eran eso, magdalenas, sin más. Las de toda la vida, con su azúcar por encima y su copete. Y cuando ibas al pueblo de tu padre, las magdalenas se convertían en "las magdalenas del pueblo", tamaño XXL, con más azúcar todavía y con un sabor más intenso a aceite de oliva porque el pueblo del abuelo de los cachorritos está en La Mancha y el aceite allí es aceite de verdad, del que antes no nos gustaba para aliñar las ensaladas porque picaba en la garganta y por el que ahora soy capaz de matar... Cosas que pasan cuando eres cachorrita y de las que te arrepientes cuando te haces mayor.
Hoy las magdalenas son eso también, recuerdos de las meriendas de la infancia, pero hemos dado un paso más allá y ahora tenemos magdalenas con chocolate, magdalenas con frutas, magdalenas con muchas cosas y, para hacer la elección aún más difícil, han hecho aparición en nuestras vidas los muffins. Que no son lo mismo aunque lo parezcan. La diferencia fundamental estriba en su elaboración: las magdalenas se baten mucho mucho para que entre bien de aire en la mezcla y salgan esos alveolos tan característicos al hornearlas. Son un poco más secas.
Los muffins, sin embargo, casi no se baten: sus ingredientes se mezclan a mano o a velocidad baja y son más jugosos, ligeramenete húmedos porque suelen ir enriquecidos con nata, yogur o frutas.
A partir de esta base, versiones infinitas. Como prueba, esta selección que he traído especialmente para vosotros.
6 recetas de magdalenas y muffins
para desayunar y merendarComienzo con la receta de las magdalenas clásicas, las que hemos hablado antes. El primer paso es batir bien los huevos con el azúcar, hasta hacerlos blanquear. A continuación se van añadiendo el resto de los ingredientes: aceite de oliva, harina, levadura y ralladura de naranja o de limón. Una vez incorporados todos los ingredientes, tenemos que continuar batiendo la mezcla durante unos 5 minutos. El objetivo: introducir aire en la mezcla. El truco para que salgan con un copete perfecto lo podéis averiguar pinchando aquí para ver la receta completa.
Solo nos queda hornearlas dentro de las características cápsulas para magdalenas.
Otra versión súper original de estas clásicas magdalenas, consiste en cambiar parte de sus ingredientes por horchata. Conseguimos así unas magdalenas tremendamente ricas con sabor a horchata, ¡me encanta!
Igual que antes es fundamental batir bien los huevos con el azúcar hasta que comiencen a aumentar de volumen. En este momento habrá que añadir la horchata, aceite, harina y levadura y continuar batiendo durante un rato antes de hornear. En esta ocasión, el punto final, la redondez de la magdalena, lo pone una pizca de canela, ¡qué delicia!
Podéis ver la receta completa aquí.
El paradigma de los muffins son, sin ninguna duda, los que ha encumbrado una famosa cadena de cafeterías. Hablo de los muffins de chocolate del Starbucks. Están de muerte, pero yo prefiero, sin ninguna duda, la versión casera. Sobre todo por asegurarnos de la calidad de los ingredientes que, además, son de uso común. Podéis prepararlas hoy mismo, mezclando harina, cacao, levadura y azúcar en un bol. Se mezcla después con yogures, aceite y leche y con chips de chocolate y directamente se hornean. Os puedo asegurar que están deliciosos estos muffins. Si os gusta el chocolate, no os los podéis perder.
La receta completa está disponible pinchando aquí.
La prueba de que a los muffins se les puede echar cualquier ingrediente que nos apetezca la traen estos de chocolate y muesli. Están hechos con harina integral y, en este caso, la forma de elaboración es diferente a las dos anteriores: la mezcla inicial de huevos y azúcar se bate bastante para conseguir que doblen su volumen, pero las harinas se mezclan a mano, con movimientos envolventes, con la técnica de los muffins. Ya solo nos queda ponerlas en cápsulas con los copos de muesli y algo de chocolate y hornearlas. Muy interesante y muy ricos, por supuesto.
Puedes ver la receta completa pinchando aquí.
¿Qué pasa si le das una vuelta de tuerca más y preparas los muffins con kefir y frutos rojos? Pues que puede salirte esta delicia. Los ingredientes secos -harina, azúcar, levadura- se mezclarán por un lado y por otro los líquidos -leche kefirada, huevos y aceite-. Tras integrarlos todos, solo nos falta añadir los frutos rojos, verter la mezcla en las cápsulas de magdalena y hornear. Fácil, ¿verdad?
Puedes ver la receta completa aquí.
No quiero terminar esta selección sin recomendaros mis magdalenas favoritas: se hacen como las tradicionales, mezclcando huevos, harina, azúcar, leche y levadura. La peculiaridad es que, después de hornearlas, se rellenan de crema pastelera y se coronan con un poco de chocolate fundido que después endurecerá. Como veréis, son tentadoras.
Podéis ver la receta completa aquí.
Puedes ver más recetas de muffins y magdalenas en mi blog, pinchando aquí.
Y no olvides seguirme en las redes sociales para estar al tanto de todo:
¡Feliz viernes!