Como todos los cheesecake mejora de un día para otro por lo que os recomiendo que lo hagáis con antelación, dejando un reposo en la nevera de la menos 24 horas. No olvides el tiempo de esto dependerá tu resultado.
Para su el horneado he usado un molde desmoldable de 23 cm. Además he usado colorante violeta para darle este bonito color, pero es totalmente opcional. Es importante que anotes los moldes de acuerdo a tu estilo.
A continuación, te describiremos las receta y el procedimiento:
Ingredientes:
Para la base:
75 gr de mantequilla sin sal
150 gr de galletas de mantequilla
Para el relleno:
200 gr de chocolate blanco ( yo puse nestle postres)
200 gr de queso mascarpone
200 gr de requesón
200 gr de queso tipo philadelphia
50 ml de nata para montar, sin montar
2 huevos grandes
60 gr de azúcar blanco ( la receta original no lleva azúcar)
Colorante alimentario color violeta ( yo puse wilton)
Sprinkles color violeta
Preparación:
Triturar las galletas con la ayuda de un robot de cocina. Mezclar con la mantequilla que previamente habréis derretido.
Forrar la base de un molde desmontable de 23 cm de diámetro, deberá quedar una base firme y lisa.
Introducir en la nevera durante al menos una hora.
Precalentar el horno a 150º, calor arriba y abajo.
Fundir el chocolate en el microondas o al baño maría. Tener mucho cuidado ya que el chocolate blanco se quema con más facilidad. Sí optas por el microondas, hacerlo en tandas de 30 segundos y removiendo cada vez. Sí lo haces al baño maría no dejes de remover y apartalo de fuego antes de que esté fundido del todo, ya que el calor seguirá actuando. Dejar que enfríes un poco.
Batir los tres quesos juntos hasta que no queden grumos. Añadir el chocolate fundido y volver a remover. Agregar los huevos batidos y por último la nata ( sin montar).
Y ahora toca darle el toque de color. Con la ayuda de un palillo añade el colorante y remueve, sí te gusta con un color más intenso vuelve a añadir más colorante hasta que obtengas el color que te guste.
Volcar la mezcla sobre la base de galletas e introducir en la parte central del horno durante 30 minutos. Pasado este tiempo cubre la tarta con papel de aluminio para evitar que el color violeta se estropee al dorarse la superficie. Hornear durante 10 minutos más. Apagar el horno y dejarlo dentro del horno 1 hora más ( a mi se me olvido y lo tuve por lo menos dos horas). Se trata de que la tarta termine de hacerse con el calor residual. Cuando apaguéis el horno la tarta aun estará temblorosa, no os preocupéis porque con el tiempo de reposo dentro del horno apagado terminará de hacerse.
Pasado este tiempo introducir en la nevera y dejarla durante 24 horas. Desmoldar y decorar con los sprinkles morados.
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