Se trata de una receta muy sana, sabrosa y sorprendente, ya que es inusual encontrarnos una elaboración donde la pasta no es pasta, sino un vegetal, en este caso “calabaza”. Una forma divertida de introducir verduras en la alimentación de los más pequeños y de aquellos a los que les cuesta comerlas por sí sola.
Es un plato muy sencillo de preparar, en un momento tendréis listo el almuerzo o la cena. Y a la vez muy versátil porque admite múltiples combinaciones. Si lo queréis hacer más completo, podéis añadir taquitos de jamón, bacon, atún, mejillones, gambas o cualquier otro ingrediente de vuestro agrado. Yo lo he combinado con una crema de queso, pero en su versión más ligera; por eso no he usado nata y el queso crema utilizado es light. Pero si queréis darle más sabor (a tener en cuenta que aumentará el índice calórico) podéis usar otro tipo de queso, roquefort, camembert, mozzarella… y sustituir la leche por nata. Espero que os animéis a prepararla porque bien merece la pena.
Ingredientes:
-1/4 de calabaza pequeña
-1/2 cebolla
-2 dientes de ajo
-Aceite de oliva y Sal
Ingredientes crema de queso
-100 gr. queso crema light
-200 ml. leche
-1 cucharadita maicena
-Nuez moscada
-Sal y pimienta negra
Preparación:
Comenzamos preparando las cintas de calabaza, para ello la pelamos, le quitamos las pepitas y lavamos la calabaza. Con un pelador de patatas vamos cortando tiras anchas (como si fueran cintas de pasta) y las reservamos en un plato. Por otra parte, pelamos y troceamos muy finamente la cebolla y los ajos. Los pochamos en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando estén casi transparentes añadimos las cintas de calabaza, removemos y salteamos unos minutos (no nos debemos pasar en la cocción porque la calabaza empezaría a soltar agua y estropearía el plato). Reservamos.
Ahora preparamos la salsa de queso, para ello separamos un poco de leche en un vaso y añadimos la maicena. Removemos hasta que se disuelva. Por otro lado, ponemos el queso y el resto de la leche en un cazo, removemos con unas varillas para integrar ambos ingredientes y que el queso se ablande. Llevamos a fuego bajo y añadimos la maicena disuelta en la leche, la sal, la nuez moscada y la pimienta. Removemos con una cuchara de madera hasta que la salsa vaya espesando.
Para emplatar, le damos un golpe de calor a las cintas de calabaza y servimos con la crema de queso.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!