La carne picada de pollo, cerdo o ternera es muy útil en cocina porque con ella podemos hacer y completar muchas recetas. Por ejemplo, son la base de hamburguesas y albóndigas, pero también se usan para rellenar lasañas, berenjenas, calabacines, hacer pasteles de carne o aderezar platos de pasta o pizza.
Para usarla como relleno o aderezo básicamente hay que condimentarla y cocinarla, pero para hacer con ella hamburguesas y albóndigas la carne picada se trabaja algo más con el fin de darle una textura más jugosa, puesto que será la protagonista del plato. Existen un par de trucos para conseguir que la carne picada quede más suave.
Uno de ellos consiste, simplemente, en añadirle huevo batido. La carne picada gana en jugosidad. Si queremos hacer albóndigas o hamburguesas se recomienda echar un poco de pan rallado para que no se desmoronen.
Si somos alérgicos al huevo o, simplemente, no tenemos ese ingrediente, lo que podemos añadir a la carne para hacerla más jugosa es patata cruda rallada.
¿Qué truco usas tú para mejorar la textura de la carne picada?
Primera imagen: Key Foster/Flickr