Ingredientes (2 personas)
-Dos berenjenas
-Una cebolla
-Un poco de salsa de tomate frito
-Queso rallado
.400 gramos de carne picada (ternera, cerdo o mixta)
-Un huevo
-Opcional: salsa bechamel
Preparación
Lo primero que vamos a hacer es cortar las berenjenas a la mitad y vaciarlas. Para ellos iremos metiendo el cuchillo cerca de la piel sin llegar a estropearla, y haciendo la forma ovalada entera del vegetal. Luego con una cuchara vamos sacando la carne de la berenjena y la reservamos.
En otras muchas recetas de cocina se pone el relleno directamente así en las pieles de las berenjenas y para mi gusto queda bastante duras, y no muy agradables de comer, así que yo os recomiendo, como yo hago, poner en una olla agua con sal y hervir las pieles durante unos veinte minutos aproximadamente. Con esto la piel quedara muy blandita.
Ahora vamos con el relleno: cortamos la cebolla bien picadita y la ponemos en la sartén a rehogar a fuego medio.
Cortamos también todo el relleno de la berenjena que teníamos reservado y lo hacemos taquitos y lo añadimos con la cebolla.
Por otro lado, hervimos el huevo durante unos quince o veinte minutos.
Cuando la cebolla y la berenjena tengan ya buen color, le añadimos la carne picada con un poco de aceite y bien salado todo.
Añadimos el huevo hervido cortado pequeño también.
Cuando ya esté hecha la carne o le falte un pelín, apagamos el fuego y le añadimos un chorro de tomate frito para que le de color, pero no mucho para que no mate el sabor.
Precalentamos el horno a 200 o 210 grados.
En una fuente para horno ponemos las pieles de las berenjenas bien escurridas (recomiendo al sacarlas del agua hirviendo ponerlas sobre papel absorbente de cocina para que chupe toda el agua, ya que retienen mucha) y le vamos poniendo dentro la mezcla que ya hemos preparado con la carne, cebolla, huevo…
Lo mejor es no quedarse corto y poner bastante relleno para nadie se quede con hambre, casi a rebosar pero que no caiga fuera del plato porque luego además lo tenemos que servir.
Encima de esto ponemos queso rallado especial para fundir en el horno, yo uso emmenthal, aunque se puede poner cualquier queso que se tenga.
Se deja en el horno durante unos diez o quince minutos, vigilando que no se queme el quesito, y cuando ya esté con color y fundido lo retiramos.
Para mi gusto mi plato de berenjenas rellenas ¡ya estaría listo! Me gusta así porque es más ligero, llena menos y te puedes comer las dos mitades y además engorda menos ya que contiene menos calorías, pero si os gusta, antes de ponerle el queso fundido podéis poner un poco de delicioso bechamel por encima y luego ya el queso, y al horno.