No obstante, la lista de quesos de categoríaes bastante grande, y en ellos figuran manjares desconocidos por la gente de a pie, pero muy presentes para chefs y gourmets. Es el caso de los tres quesos de los que vamos a hablar hoy: el Sirene, el Kashkaval y el Asiago.
El Sirene y el Kashkaval son dos quesos originarios de Bulgaria, que llevan elaborándose desde hace milenios. El Sirene es un queso blanco en salmuera, que se obtiene de la leche de vaca, oveja o cabra. Posee un sabor suave y una textura ligeramente granosa. Se trata de un queso ideal para tomar como tapa, o en ensalada, y resulta muy adecuado para cocinar en platos vegetarianos.
En cuando al Kashkaval, se trata de un queso amarillo y duro, de sabor fuerte y cuya textura es sólida, pero flexible, además de no presentar agujeros. En Bulgaria, consumir este tipo de queso es una tradición, estando muy presente en multitud de platos de la cocina búlgara.
Otro queso antiquísimo es el Asiago, que se elabora desde hace más de mil años cerca de la ciudad italiana de Asiago, en la región de Véneto. Podemos encontrar este delicioso queso en dos variedades: prensado (fresco) y de sazón (curado). Ambos se elaboran con leche de vaca, pero la diferencia entre ambos es el sabor, que depende del tiempo de reposo.
El Asiago fresco posee el sabor suave y fragante de la leche recién ordeñada. El Asiago curado, en cambio, tiene un sabor más fuerte, que varía conforme al tiempo que haya estado en reposo.
Autor de la fotografía del Queso Asiago: Vonvon
¿Conoces algún otro tipo de queso?