Es una receta de ensalada muy refrescante y buenísima, perfecta para un acompañamiento o para una cena; fácil y rápida de preparar, e ideal para esta época del verano.
Ayer la hice yo para llevármela a la playa, sin aliñar, claro, porque sabéis que al aliñar las ensaladas se “vienen abajo”, pero sí bañé el aguacate, como os explico más adelante, con zumo de limón, para que no se oxidara; así que preparé en un tupper pequeñito (también lo podéis llevar en uno de esos botecitos de cristal de alguna conserva que hayáis comprado, y que siempre los guardamos para estos casos), el aliño como os explicaré más abajo.
A mi marido le encantó, el toquecito que dan las anchoas es del DIEZ. Bueno, pues ya sabéis, os paso a continuación la receta de una ensalada RICA, RICA, que ¡¡¡OS VA A ENCANTAR!!! y refrescar.
Receta de ensalada de tomate con aguacates y anchoas
Tiempo de preparación: 10 minutos.
Tiempo de cocinado: 0 minutos.
Tiempo total: 10 minutos.
Ingredientes para 4 personas:
2 tomates
2 aguacates
1 cebolla fresca mediana
2 latitas de anchoas en aceite (con una latita tenéis suficiente, pero a mí como me gustan mucho las anchoas, utilizo dos)
Aceite de oliva virgen extra
limón natural
sal
Lavar los tomates, trocearlos en gajos o rodajas, como más os guste, y ponerlos en una ensaladera.
Partir los aguacates con un cuchillo grande, por la mitad, a lo largo, llegando justo hasta tocar el hueso, cortar alrededor de éste. Separar las dos mitades del aguacate cogiendo cada mitad con cada una de las palmas de las manos, y girar levemente en sentido contrario a las agujas del reloj.
Una vez separadas las mitades, para sacar la carne del aguacate de una sola pieza, sin que se rompa, empezad por la que no tiene hueso. Meted una cuchara, entre la piel y la carne, e id despegándola con la cuchara pegada a la piel, con cuidado de que no se rompa.
Para quitar el hueso de la otra mitad, con el filo del cuchillo, dar un ligero golpe sobre el hueso del aguacate, de forma que se quede enganchado, y sólo hace falta tirar y ya está, sale solo. Seguidamente, haced lo mismo para sacar la carne del aguacate de esa mitad.
Poned las mitades de los aguacates sobre una tabla de cocina, boca abajo, de forma que la parte plana esté en contacto con la tabla, y con un cuchillo grande, troceadlo, transversalmente, en rodajas; bañadlas con el zumo de un limón, para que no se oxiden y no se pongan negras. Añadir el aguacate a la ensaladera. Si no lo vais a consumir inmediatamente, dejad también los huesos.
Pelar la cebolla, partidla por la mitad, ponedla sobre una tabla, y troceadla en juliana. Añadirla a la ensaladera.
Seguidamente aliñar bien la ensalada, echando sal (cuidado con la cantidad de sal, dependerá de cómo estén de sazonadas las anchoas), un chorreón de aceite, y zumo de limón. Remover bien. Abrir las latitas de anchoas, escurrir el aceite, y ponerlas sobre la ensalada. Si vais a llevaros la ensalada para comer fuera de casa, como hice yo, poned en un botecito o tupper un buen chorreón de aceite, sal y el zumo de medio limón; mover bien para mezclarlo con un tenedor, tapadlo, y listo para llevar (antes de servirlo, volver a moverlo otro poco).
¡¡¡¡Y A DISFRUTAR!!! Sé qué os sorprenderá, está BUENÍSIMA.
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