Se llama Jordi Cruz, es catalán de 27 años, jefe de cocina del restaurante Estany Clar (una estrella Michelín), ubicado en la población de Cercs-Berga, en la provincia de Barcelona y, desde el pasado 9 de marzo, es el ganador de la I Edición del Concurso Cocinero del Año.
La final contó con el prestigioso cocinero Martín Berasategui, tres estrellas Michelín, como presidente del jurado permanente, y otros profesionales del sector como Fausto Airoldi, director de la WACS del Sur de Europa (Asociación Mundial de las Sociedades de Cocineros); Mey Hofmann, del restaurante Hofmann de Barcelona (una estrella Michelín); Toñi Vicente, del restaurante Toñi Vicente de Santiago de Compostela (una estrella Michelín); Juan Pablo Felipe, del restaurante El Chaflán de Madrid (una estrella Michelín); Pedro Mario Pérez, del restaurante El Ermitaño de Benavente, en Zamora (una estrella Michelín); Silvia Isla, del I.E.S Heliópolis de Sevilla y Juan Carlos Galbis, de Choclatl.
El ganador, Jordi Cruz
Este flamante vencedor ya participó en la cuarta semifinal del certamen que se celebró el 6 de abril de 2005 en Escola Universitària d¿Hoteleria i Turisme Barcelona, en la que intervinieron cocineros de la Comunidad de Aragón y Cataluña.
Tras finalizar sus estudios de cocina en la Escuela Superior de Hostelería Joviat, Cruz ha ganado múltiples campeonatos para jóvenes chefs y quedó subcampeón en el IX Campeonato de España para el Bocuse d¿Or 2005. Con 27 años, es el jefe de cocina del restaurante Estany Clar (una estrella Michelín), ubicado en la población de Cercs-Berga, provincia de Barcelona.
Jordi Cruz define su cocina como evolutiva y acaba de publicar su primer libro Cocina con Lógica, que narra el resultado de complejas experimentaciones sobre la manera de obtener nuevos productos gastronómicos y sobre el apasionante mundo del aceite de oliva. Como premio, el Cocinero del Año recibió 12.000 euros y un viaje de fin de semana para dos personas a una ciudad europea.
Pruebas reñidas
El concurso está constituido por ocho semifinales que garantizan la representación de los chefs de todas las autonomías, siendo el primer certamen de esta categoría en España. Los participantes del Concurso Cocinero del Año tienen como requisito tener 23 años cumplidos y estar ejerciendo la profesión.
En la gran final cada uno de los finalistas dispuso de 5 horas para elaborar el menú para 6 personas, presentado previamente a la organización, que estaba compuesto por tres platos -postre incluido- y no podía superar los 12 euros de coste de materia prima por persona.
El jurado tuvo en cuenta diferentes parámetros, tales como la presentación e innovación, los platos debían tener un aspecto apetecible y presumiblemente sabroso a la vista, sin imperfecciones formales; el gusto y el sabor, los participantes debían aportar a sus platos un sabor y un aroma sumamente exquisitos; la composición, el menú debía estar muy bien equilibrado nutricionalmente y al día con las últimas tendencias; la preparación correcta y profesional, los nombres de las recetas debían corresponderse a los clásicamente establecidos.
El exquisito menú ganador
Jordi Cruz realizó un esmerado conjunto de platos, que, al final, fue considerado como el mejor:
1. 'Coca' de caballa mediterránea con trompetas de la muerte, hojas amargas, aceite, apionabo y berenjena.
2. Pieza de lubina asada con rúcula, salicornia y una infusión de setas y trufa tratada como una jalea.
3. Leche de cabra cuajada con cacao, almendras, miel y canela.
Los finalistas
En segundo puesto y con un premio de 6.000 euros quedó como finalista Flavio Morganti, del restaurante Galileo de Orense; y en tercer lugar, con un premio de 3.000 euros quedó Antonio Granero, de Badajoz.
