Características
Tiene forma redondeada, con un pequeño rabo, único recuerdo de su unión al árbol donde crece, el manzano. Su tamaño varía dependiendo del tipo, pero, en general, es similar al de una pelota de tenis.
Está recubierta de una fina cáscara de color distinto según la variedad de manzana, pero que abarca una gama que va desde el verde fuerte, hasta el rojo, pasando por distintos tonos amarillos.
En cuanto a la carne, es de textura suave y su sabor puede ser muy ácido o con cierta tendencia terrosa.
Propiedades nutricionales
La manzana tiene gran cantidad de pectina, una fibra soluble muy beneficiosa para mejorar, entre otros, los problemas gastrointestinales y reduce las tasas de colesterol: los especialistas consideran que dos manzanas diarias ayudan a reducir hasta un 10% del nivel de colesterol.
Posee también un alto contenido en potasio, lo que propicia que el corazón funcione a pleno rendimiento y que mejore la presión sanguínea. Además, la fibra y la vitamina C que contiene le otorgan propiedades antioxidantes.
Una pieza de 150 gramos sólo tiene 80 calorías, de las cuales ni una sola procede de materia grasa, por lo que las manzanas se convierten en un elemento imprescindible en las dietas de adelgazamiento. Además carece de colesterol, aporta 5 gramos de fibra y sólo 16 de azúcares.
Una manzana tiene 22 gramos de carbohidratos y carece de proteínas. También tiene grandes aportes de vitaminas B1, B2 y B6, así como potasio, fósforo y calcio.
Los minerales y las vitaminas se encuentran en la piel, por eso es más recomendable comer la manzana con cáscara.
Variedades/Tipos
No está muy clara la cantidad exacta de variedades que existen en el mundo, pero se contabilizan por miles.
Las más consumidas en nuestro país son las del grupo de las Reinetas, las Golden (con distintas tonalidades de verde amarillento), las Red Delicious (rojas) y las Granny Smith (de color verde intenso). Existen también variedades bicolores, siendo una de las más conocidas de este tipo la Fuji (rojo estriado sobre fondo verde).
Consejos de uso en la cocina
Es recomendable comprar siempre las que, al tocarlas, no notas que la carne se introduce hacia el interior. Desechar las que estén picadas o con parte de la cáscara podrida.
Son frutas de larga conservación, pero para que maduren mucho más despacio es aconsejable situarlas en la parte menos fría de la nevera. También es un truco muy útil frotarlas con un trapo empapado con aceite de oliva.
Si te gusta consumir esta fruta asada, puedes evitar que se te reviente frotándola con mantequilla antes de introducirla al horno. También, puedes hacer varios cortes verticales poco profundos y rociarlos con limón.
Curiosidades
Cuando no tengamos un cepillo de dientes a mano, siempre podemos optar por comernos una manzana, ya que limpia la dentadura y fortalece las encías.
Además, algunos científicos atribuyen al olor de la manzana un efecto relajante que ayuda a bajar la tensión.
También, dos manzanas para desayunar después de una noche de juerga reducen los molestos efectos de la resaca.
Recetas
Pollo con manzanas
Milhojas de manzana y atún
Puré de manzana
Flores de manzana
Ensalada de espinacas con manzana
Manzanas rellenas
Tostas con manzana
Delicia de manzana y coco
Tarta de manzana
Muffins de manzana
Fuentes de información: Botanical-online.com; Wikipedia.org; Facilisimo.com