Las manzanas, ya sean dulces o ácidas o con textura más o menos crujiente, tienen tantas variedades que podemos disfrutar de ellas a lo largo de todo el año.
Las manzanas suelen consumirse crudas como postre, merienda o tentempié, y en ensaladas. Su textura crujiente y fresca combina bien con el apio, la lechuga y los frutos secos. Esta fruta asada con azúcar y canela constituye un postre delicioso, al igual que las tartas, empanadillas y buñuelos que se elaboran con ellas. Cocinada como compota o puré ofrece un delicado contraste de sabores cuando acompaña a carnes y aves.
De la manzana se obtienen productos muy consumidos en la cocina como el vinagre de manzana o delicadas y famosas bebidas como la sidra.
Ingredientes:
un bote de leche condensada (370 gr)
3/4 kgr de manzanas
5 huevos
2 cucharadas de azúcar para caramelizar el molde
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados.
Ponemos en un cazo al fuego las manzanas peladas y cortadas en trozos con un poco de agua. Las cocemos durante 15 minutos, las apartamos y las escurrimos.
Aplastamos las manzanas cocidas con un tenedor y las mezclamos con la leche condensada y los huevos batidos.
Vertemos esta masa en una flanera caramelizada
y lo cocemos al horno al baño maría, hasta que esté cuajado, (45 a 50 minutos).