Parece que el lomo de cerdo es, después del solomillo, la carne con más proteínas y menos grasas; es una carne rica en vitamina B1 y su consumo, cocinada adecuadamente sin adición de otras grasas, es muy recomendable ya que aporta también muchos minerales. Hoy os sugiero una receta muy fácil pero para preparar sin prisa. (Y por aliteración que no quede). Como el lomo puede resultar un tanto seco, el secreto está en asar la carne a baja temperatura para conseguir que nos quede tierna y jugosa. Y la acompañaremos de una suave salsa de verduras que hará que sus comensales disfruten de lo lindo.
Ingredientes para cuatro personas
Una pieza de lomo de un kilo, aproximadamente
Una cebolla grande
Un pimiento verde
Dos puerros
250 ml de caldo de verduras
Un chorrito de brandi
Una cucharada de romero
Una cucharada de orégano
Un diente de ajo
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Limpiamos la carne del exceso de grasa superficial, la salpimentamos al gusto y la atamos con bramante de cocina para que no se deforme al cocinarla. Reservamos. (Si resulta muy grande, puede cortarse en dos trozos).
En el mortero molemos el romero y el orégano junto con el ajo, añadimos aceite de oliva suficiente para untar toda la carne y mezclamos bien.
Colocamos la pieza de lomo sobre una lámina de papel film y con ayuda de una brocha pintamos toda su superficie con la mezcla de aceite, ajo y hierbas. Debe quedar bien embadurnada.
Envolvemos con el papel film y dejamos reposar un mínimo de dos horas en el frigorífico. (Como vamos a sacarlo del frío al menos dos horas antes de cocinarlo, es buena idea dejarlo preparado la noche antes).
Sacamos, pues, la carne del frigorífico un par de horas antes para que coja la temperatura ambiente.
En una sartén o plancha, ligeramente aceitada y a fuego vivo, doramos muy bien la carne por todas partes.
La envolvemos entonces en papel sulfurizado como para hacer en papillote y la llevamos al horno que tendremos precalentado a 160º, dejando entre cuarenta y cinco minutos y una hora. (Fíese de su horno, no del mío).
Mientras, lavamos, pelamos y cortamos en juliana las verduras y las pochamos a fuego suave con un chorro de aceite y una pizca de sal. Cuando estén hechas sin que cojan color retiramos el exceso de aceite, añadimos el caldo y dejamos que hierva a fuego muy suave unos diez o quince minutos.
Trituramos en la batidora, pasamos por el chino o un colador y reservamos.
Cuando la carne esté, sacamos del horno, abrimos con cuidado el paquete y recogemos los jugos que haya soltado. Volvemos a tapar la carne y dejamos que repose una media hora.
Colamos los jugos de la carne y los añadimos a la salsa junto con el chorrito de brandi. Llevamos a fuego muy suave y dejamos que reduzca hasta conseguir la consistencia deseada. Corregimos de sal si es necesario y reservamos al calor.
Salseamos el plato y servimos la carne, cortada en lonchas, sobre la salsa.