Si analizamos con detenimiento la cantidad de palabras, términos, expresiones que solemos usar de productos gastronómicos, bien como adjetivos, o comparativos para las personas, realmente es sorprendente; la gran mayoría de ellas quizás de forma peyorativa e inclusive como insulto?.
Ser un ?gallina?, para decir cobarde, ser un ?chorizo? para indicar ladrón, ser un ?pulpo? cuando una persona le gusta ?tocar? en demasía, ser un ?besugo? cuando se quiere insultar a alguien?.."tener huevos? cuando se tiene valor, enviar a alguien a ?freir espárragos? o es como solemos decir los malagueños enviar a quien nos escucha a ?tomar viento a la farola?, recibir ?calabazas? no es que te regalen tan rica hortaliza, ni "meterse en un berenjenal? es entrar en una huerta, ni "estar más verde que una lechuga" es que tenga uno mal color, significa sencillamente no tener experiencia; al igual que ser ?un pedazo de pan? o muy ?dulce??.
Palabras, frases, dichos, incluso refranes que tienen mucho que ver con la gastronomía a la hora de expresarnos y que solemos usar casi a diario.
Uno de los ingredientes, mejor dicho animal que consumimos, que sale peor parado es el cerdo. Tan noble animal es la representación por excelencia de persona sucia y no sólo se le nombra en caso de falta de limpieza, sino que también a aquellas personas que son ruines, e incluso al que come sin modales?así que cualquiera de sus denominaciones se usan para insultar: cerdo, cochino, marrano, puerco, gorrino, guarro, verraco, gorrino?
Aunque se utilice su nombre aprovechando su mala fama y se utilice como insulto, no hay que olvidar lo sabroso de sus productos, de lo importante que es tan hermoso animal en la gastronomía de nuestro país.
La Peninsula Ibérica, antes de ser ocupada por los romanos ya tenía prestigio en el comercio por el Mediterráneo como productora de cerdos, hay referencias escritas a finales del siglo II antes de nuestra Era donde se puede comprobar que ya entonces se realizaban salazones como la ?cecina de Cerdo?.
El cerdo ha sido tradicionalmente una de las principales fuente de proteínas en nuestro país y por tanto está ligado a nuestra gastronomía.
Unido también a nuestra literatura, a nuestro extenso refranero que nos da ?sabias? referencias de tan aprovechado animal. ¿No han dicho alguna vez: ?Del cerdo gusta hasta los andares??
Aunque personalmente el que más uso, aquel que solía decir mi madre: ?Con la ayuda del vecino, mató mi padre un cochino?
Pues sin ninguna ayuda, fácil, rápido, cómodo y sumamente sencillo se puede preparar éste asado, que se puede guardar tal cual en el frigorífico, ir cortando filetes conforme se necesite y salsear como guste, o bien en bocadillos o sandwhiches combinándolos con diferentes ingredientes. Ideal para esos días que no se quiere cocinar, llevar al campo o a la playa?..
¿Se animan?
¿Cómo lo hice?
Precalentar el horno a 200 º C.
Realizar al lomo en la parte superior unos cortes en diagonal y salpimentar al gusto.
Cubrir el fondo de una cacerola plana con aceite de oliva virgen extra y una vez caliente ?sellar? la carne por todos los lados, con cuidado de que no se llegue a quemar.
Sacarla de la cacerola y poner la carne en una fuente especial para hornear e introducirla en el horno durante una hora aproximadamente (dependiendo el tiempo del grosor del lomo), dándole la vuelta de vez en cuando, regándolo con su propio jugo.
Filetear la carne una vez enfriada.
Si se quiere consumir caliente, se puede realizar en el microondas una vez cortados los filetes.
En ésta ocasión, para darle un poco de sabor, aprovechando su propio jugo y una cucharadita del aceite donde se selló la pieza de carne, sencillamente diluyendo una cucharada de Ras al Hanout, dandole ésta especia un ?toque? muy especial a la carne?.
O bien pueden preparar una rica salsa a la pimienta verde
¿Cómo?
En un cazo poner las bolas de pimienta, añadir una copa de coñac y flambear con cuidado.
Una vez que se apaga la llama añadir un bote de nata (crema de leche) (uso especial para cocinar, no espesa) y una cucharada de concentrado de carne (uso Bovril), remover a fin de que quede bien ligados ambos.
Salar al gusto y llevar a ebullición hasta que reduzca obteniendo el espesor deseado.
Si la prefieren y se atreven a que la salsa sea más picante sencillamente pasenla por la minipimer....
Acompañar con unas patatas fritas?.¡¡ Buen provecho !!