La naranja no sólo tiene que ser un delicioso postre. Este cítrico también es el aliado perfecto cuando queremos sorprender a nuestros comensales. Incorporado en entrantes, platos principales, ensaladas, salsas, etc. lograrás que tus invitados o tu propia familia, te felicite. Eso sí, utiliza siempre naranjas de huerta de valenciana de Quique porque son de primera calidad.
La naranja en entrantes
¿Tienes una cena en casa y no sabes con qué abrir el menú? Te proponemos que hagas una ensalada de remolacha, rúcula, naranja y queso. Es un plato que además de entrar por los ojos por su colorido también gusta al paladar por el contraste de sabores que va desde el más amargo de la rúcula hasta el ácido de la naranja y el dulce de la remolacha. Toda una explosión de matices con los que disfrutar.
Cogerás las remolachas y, tras lavarlas, las envolverás en papel de aluminio y las meterás al horno para asar. Mientras tanto, cortarás dos naranjas en trozos pequeños y las apartarás en un cuenco. Saca las remolachas del horno y córtalas en finas rodajas. A continuación, coloca las hojas de rúcula por encima, vierte los trozos de naranja y espolvorea queso por encima. Te recomendamos que utilices roquefort o azul, en su defecto. Acompáñalo todo de un buena vinagreta y sírvelo.
Plato principal a base de naranjas
Como principal, harás redondo de ternera con naranja. Es un plato sencillo con el que también puedes sorprender por su exquisitez. El secreto está en no pasarse con las medidas de los ingredientes y seguir los pasos que te explicamos.
Coge un par de naranjas grandes y pélalas. Cuando las tengas, exprime el zumo de ambas y resérvalo. En un cazo, deposita las pieles y cúbrelas con un vaso de agua. Añade una cucharada pequeña de azúcar y deja que hierva. Cuando rompa a hervir, pon unas gotas de limón. Deja durante diez minutos y retira. Debería quedarse una especie de líquido espeso.
En una cazuela honda, dora el redondo de ternera por un lado y otro con unos dientes de ajo y aceite y cuando esté listo, échale brandy por encima y flambea. A continuación, vierte el zumo de naranja que habías apartado, añade un vaso de agua y tápalo. Deja que se cueca a fuego lento durante tres cuartos de hora.
Por último, retira, deja reposar y vierte por encima la fina salsa que has hecho con las pieles de la naranja. En el caso de que se haya enfriado, la calentarás previamente.
Rodajas de naranja de postre
Después de una buen menú, nada mejor que la naranja para bajar la comida. Con este postre quedarás muy bien y es muy sencillo. Se trata de cortar naranjas en rodajas, colocar sobre una bandeja y espolvorear azúcar por encima. Cuando llegue el momento del café, todo serán elogios.