Receta con aire vagamente oriental pero que puede elaborarse sin el prurito de ser obsesivamente fiel a unas normas precisas. Es una manera de dar variedad al siempre socorrido pollo al que el sésamo le añade aquí su peculiar toque avellanado, tan rico. Las verduras y los fideos coronan un plato completo y muy nutritivo. (Yo he utilizado aceite de oliva, pero si se desea, por aquello de lo orientalizante de la receta, puede usarse de girasol).
Ingredientes para cuatro personas
6 contramuslos de pollo deshuesados
200 gr de fideos chinos
Dos pimientos verdes
Dos zanahorias
Dos cebolletas
Dos tomates medianos tirando a verdes
Dos cucharadas de salsa de soja
Dos cucharada de aceite de sésamo
100 ml de aceite de oliva
Dos dientes de ajo
Una ramita tierna de apio
Semillas tostadas de sésamo
Sal
Pimienta
Limpiamos bien los contramuslos de la grasa que puedan tener y los cortamos en tiras finas. Salpimentamos ligeramente; los ponemos en un cuenco, los bañamos con las dos cucharadas de salsa de soja mezclando bien y los dejamos una hora. (Si la cantidad de salsa de soja le parece escasa ─o excesiva─ déjese llevar por su propio gusto).
Lavamos las verduras y las cortamos en tiras finas: para la zanahoria puede usar un pelador de verduras para obtener láminas finas. Reservamos.
Escaldamos y pelamos los tomates, retiramos las semillas y cortamos la pulpa en tiras finas, Reservamos.
Piamos muy finito el ajo y el apio (la misma cantidad que de ajo, más o menos) y reservamos.
En un wok (si no se tiene, una sartén honda o una cazuela sirve lo mismo) ponemos el aceite de oliva mezclado con el de sésamo y cuando esté caliente añadimos el pollo, que rehogaremos removiendo todo el tiempo, a fuego vivo, hasta que quede a nuestro gusto. Retiramos y reservamos.
En el mismo aceite ponemos el ajo junto con el apio, dejamos un par de minutos y añadimos las verduras, rehogando hasta que queden tiernas pero al dente, y removiendo bien.
Hervimos los fideos en abundante agua durante tres minutos, escurrimos y reservamos.
Cuando las verduras ya estén en el punto de cocción deseado agregamos el pollo y los fideos y mezclamos todo muy bien, rectificando ahora de sal si es necesario. Dejamos un par de minutos.
Finalmente servimos en cuencos con las semillas de sésamo espolvoreadas por encima y regados con un hilo (apenas una pizca) de aceite de sésamo.