Buenas.
Esta receta que traigo la probé por primera vez en un restaurante y me gustó tanto que tuve que preguntar al cocinero que como se hacía. De eso hace ya años pero hasta entonces no lo he grabado y la verdad que el resultado es muy bueno.
Vamos a comenzar con la receta.
Ingredientes:
Pechuga de pollo: 2 unidades
Nata: 400 ml
Cebolla: media
Almendras: 150 gramos
Jamon york
Queso en lonchas
Elaboración:
Vamos a coger una cebolla nueva que tiene un sabor más intenso y la vamos a cortar finita. Por otro lado vamos a coger una picadora y vamos a pelar las almendras crudas sin piel. Si las almendras que tenemos tienen piel se puede remojar un poco y quitar la piel con más facilidad. También puedes usar la piel sin problema alguno.
Toca el turno del pollo. Una vez tengamos el pollo limpito y bien abierto (en mi caso se lo dije al carnicero) lo extendemos y añadimos algo de chacina, yo usé fiambre de cerdo, puedes usar pavo, de pollo o cualquier otro y también una loncha de queso, a ser posible algo curado que de un sabor más intenso a nuestro plato. Luego lo vamos a enrollar despacito con las manos y pondremos unos palillos para que no se deshaga la forma.
Empieza la fiesta!!
Cogemos una sartén y le ponemos un chorrito de aceite y sofreimos la cebolla hasta que esté dorada, para eso tendremos el fuego algo fuerte. Una vez dorada, echaremos la almendra molida y también la dorademos un poco.
Cuando esté todo dorado le incorporamos la nata y lo movemos a fuego lento para que todo se integre y se haga bien.
Mientras la nata se hace con la almendra y la cebolla, usaremos otra sarten y pasaremos nuestros rollos de pollo por ella hasta sellarlo bien. Importante!! No terminaremos de hacer el pollo en esa sartén. Cuando hayamos sellado el pollo lo incorporaremos a la salsa de almendra que ya se ha hecho y ahí terminará de hacerse y coger el sabor que buscamos.
Con esto ya tenemos nuestra gran receta de hoy.