Porri... podrigg... porridge de avena. Seguro que lo has visto en algún blog o en alguna cuenta de Instagram de lo más moderna. Es el desayuno de moda entre la gente que lleva una vida healthy (sana), aparte de la tostada de aguacate. Tiene un nombre que nos cuesta pronunciar a los de aquí, pero que, si te digo en español lo que es... te resultará más conocido. Sí, estoy hablándote del Porridge o gachas de avena.
Se trata de un desayuno que se puede tomar calentito (también frío) y que es saciante, muy saciante. Se puede tomar sólo o mezclado con frutas -lo que lo hace más completo aún- y si buscas en instagram, podrás ver cómo te entra por los ojos.
A mi los cereales por lo general me gustan, de hecho, he tomado muchos años copos de avena. Pero los añadía a la leche fría, sin más, y claro, me aburrían. Me sentía como un burrito comiendo su pasto. Si, saciaba, pero también me hartaba.Y como seguro te ha pasado, los últimos meses he notado como en mis cuentas favoritas aparecía cada vez más esta papilla de avena, y mucha gente diciendo que le encantaba. Así que me decidí a probarlo, pero esta vez bien.
Busqué una receta, compré mis copos de avena, y me preparé un bol para desayunar, con fruta y canela, y que además resultase atractivo a la vista, al menos antes de empezar a comerlo (porque para qué mentir: las gachas, bonitas, lo que se dicen bonitas... no son).
Mi experiencia:
Sabor: al mezclarlo con canela y azúcar, mejoró mucho más que cuando tomaba los copos sólos. Aún así, la papilla en sí me parece algo insípida, por lo que tienes que mezclarlo bien. La fruta ayuda mucho.
La textura: en papilla, gana mucho. Ya no me sentía el burrito comiendo, ya no me costaba. Además estaba caliente, con lo que resultaba reconfortante.
Saciante: en este punto, también gana, y por mucho. La papilla resulta saciante, hasta el punto de llegar a ser pesada (me serví una buena ración la primera vez, y me pasé).
La mezcla: al mezclar el desayuno cereales + fruta, hice un desayuno más completo que habitualmente, que no suelo tomar una pieza de fruta. Estoy probando distintas frutas, de vez en cuando, y estoy deseando que llegue la temporada de las fresas para añadirlo a la receta!
Ingredientes
10 cucharadas de copos de avena
2 vasos de agua
1 1/2 vaso de leche
azúcar moreno
1 pizca sal
canela
1 pieza de fruta
Con estas medidas salen dos o tres raciones de gachas.
En un cazo, pon a hervir el agua, la leche, la sal y la canela, removido. Una vez rompa a hervir, añade los copos de avena y el azúcar, mezcla bien, y ponlo de nuevo al fuego. Mantenlo en un fuego medio durante unos 5 o 10 minutos, mientras remueves para que no se pegue. La mezcla se irá absorviendo por la avena, y se espesará. Cuando las gachas estén hechas, sírvelas en un cuenco, al que puedes añadir los toppins que te apetezcan. Yo te recomiendo fruta, para hacer el contraste (algo ligero de sabor, frente a la espesura de la gacha), o virutas de chocolate, frutos secos, etc.
Comprueba el punto de dulzura de la gacha, y corrígelo si es necesario.
¿Habías tomado gachas alguna vez? ¿con qué las mezclas? comparte tu receta en comentarios, me gustará conocer nuevas mezclas para los desayunos ¡u otros usos, quién sabe!
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