Dicen que en la variedad está el gusto: se contabilizan cerca de 1.500 salchichas alemanas diferentes. Por ello, nos proponemos hace un viaje por este tradicional producto alemán, destacando las más conocidas y sabrosas, así como la mejor forma de degustarlas.
Las salchichas de Frankfurt, propias de la región del mismo nombre y originarias del año 1850, son las más conocidas, pero existen muchas otras variedades en Alemania. Éstas son un sello de la gastronomía de este país. Hay múltiples recetas en las que son las protagonistas, pero también quedan muy bien en platos de pasta, ensaladas y otras recetas más contundentes.
Las hay grandes, medianas, pequeñas, de color blanco o marrón, pero todas tienen en común un sabor especial que las hace únicas. En Alemania, cada región tiene su especialidad y lo mejor es poder probar cada una de ellas para enriquecer nuestro paladar. No lo dudes, te encantarán.
Variedades y tipos
La base de todas las salchichas es la carne picada de cerdo y algunas veces de vacuno. En algunos casos se les incorporan otras carnes y especias que les otorgan un toque especial. Principalmente, las podemos agrupar en dos categorías: las Bratwurst, elaboradas con carne de cerdo y de vaca destinada para asar; y las Brühwurst, salchicha escaldada que la mayoría de las veces se emplea cocida.
Dentro de estos dos grupos, encontramos una gran diversidad, la gran mayoría desconocidas por los usuarios en general:
Frankfurter: una salchicha para escaldar de la región de Frankfurt, de color marrón y de muchos tamaños. Es la más popular.
Rostbratwurst: es de tamaño más pequeño y procede de la región de Nuremberg, donde se dice que se inventaron las primeras salchichas que posteriormente se extendieron a otras provincias y ciudades.
Fleischwurst: es una salchicha grande para escaldar que está realizada con carne de cerdo y suele servirse en agua caliente.
Currywurt: es típica de la ciudad de Berlín y se sirve partida a trozos con salsa de tomate y curry. En la capital alemana se encuentra en todos los rincones: en puestos por la calle, en restaurantes y bares a modo de comida rápida. Es muy fácil de preparar en casa porque basta con comprar una salchicha alemana, se asa o se fríe, se combina con salsa fina de tomate y, posteriormente se incorpora el curry. Se corta a trozos pequeños y se sirve en un plato mediano.
Bockwurst: es de color marrón y de grandes dimensiones. Muy suave de sabor, está elaborada con un 20% de ternera y 80% de cerdo.
Debrecziner: que se elabora con un 15% de carne de ternera y 85% de cerdo, y sorprende por su sabor picante y color rojo.
Rosenheimer Bratwurst: es una de las más preciadas. Con un 85% de ternera y el 15% de cerdo, es bastante alargada y de color blanco. Se elabora con perejil y orégano frescos para dar un toque más personal a la salchicha y posee un especial sabor a hierbas y especias.
Weisswurst: típica de Munich, se sirve en el Oktoberfest, la fiesta de la cerveza de octubre. De color blanco y de pequeño tamaño, pero gruesa, es una salchicha hervida y elaborada con un 65% de ternera, un 35% de cerdo y perejil fresco.
?Con qué las acompañamos?
Las salchichas alemanas son perfectamente combinables con otros ingredientes y platos, con lo que obtenemos recetas consistentes. En El Biergarten de Barcelona, ubicado en el Hotel Princesa Sofía, donde podemos encontrar típica cocina alemana, siendo las salchichas las protagonistas, nos recomiendan algunas formas de degustarlas.
La mayoría de tales salchichas, que podemos encontrar fácilmente en cualquier gran superficie, se suelen acompañar de Choucroute (col alemana) que se realiza en una olla. La ponemos cortada en una olla y le añadimos laurel, jamón ibérico y vino blanco. Se deja cocinar durante 45-60 minutos y se sirve junto a la salchicha.
También se suelen mezclar con Kartoffelsalat o ensalada de patata. Muy sencilla de realizar, a base de puré de patata o bien hervida y cortada a trozos pequeños. Es bastante normal también acompañarlas de Bretzel, pan típico en forma de lazo y con un sabor algo salado. Igualmente, las mostazas casan muy bien con las salchichas. Los expertos nos recomiendan que añadamos mostaza picante para la Bockburst y mostaza dulce para la Weisswurst, la más blanca y escaldada que encontramos.
Si las adaptamos a nuestro país, podemos mezclarlas en ensaladillas rusas, ensaladas de patata y beicon con mayonesa y pasta de diversos sabores e ingredientes, tanto frías como calientes. Elige la que más te guste y acompáñala de algunas de las delicias propuestas.
Recetas con salchichas:
Choucrute con cerdo
Salsa de salchichas
Salchichas al vino
Pastel de puré de patatas y salchichas
Salchichas caseras
Zurek
Locrio de salchichas
Barquitas de Frankfurt