El queso es un alimento rico en proteínas, calcio, fósforo y vitaminas A, lo que aporta enormes beneficios a nuestros huesos, músculos, tejidos y órganos. La cantidad de grasa varía según el tiempo de curación al que han sido sometidos, aumentando proporcionalmente a él, al contrario que el porcentaje de agua.
Por lo que por el tipo de curación podemos mencionar alguna variedades destacadas de quesos:
- Queso fresco: no ha sido sometido a ningún proceso de curación, por ello es tan blando. Hay que consumirlo rápidamente para evitar que se ponga en mal estado, sin embargo, a favor de él podemos apuntar que es el menos graso y el más rico en agua.
- Queso tierno: El tiempo de curación se encuentre entre el rango de una quincena y un mes.
- Quesos semicurados: en este caso, son quesos que se han dejado madurar durante dos o tres meses. Se distinguen por su sabor algo fuerte y su textura más dura y seca.
- Quesos curados: el tiempo de maduración aumenta hasta los cuatro o siete meses. Suelen estar elaborados con leche de oveja y está compuesto de un 70% de grasa.
- Quesos viejos: precisan de un tiempo de curación superior a los siete meses. Su sabor es muy intenso y su textura es la más dura de todas.
¿Cual es su tipo de queso preferido? ¿Conocen alguna receta que quieran compartir?
Fuente: Saber Vivir