Ingredientes:
1 paquete de bizcochos de soletilla
350 gramos de queso Mascarpone
350 ml. de nata para montar
200 gr. de mermelada de fresas casera
Azúcar molido o glasé al gusto (yo 10 cucharadas soperas)
Gelatina sabor a fresa
Fresas laminadas y maceradas con azúcar un par de horas
Chocolate negro para la decoración
Preparación:
Montamos la nata y añadimos azúcar a nuestro gusto.
Batimos el queso con azúcar hasta integrarlo.
Mezclamos las dos cremas con cuidado para que se integren y no se corte la nata, reservamos en un cuenco.
Centramos un aro de un molde desmontable sobre el plato que vayamos a presentar la tarta y cubrimos la base con los bizcochitos (lengüetas) hasta rellenar todos los huecos. Alrededor de la tarta pondremos mitades de fresas con la parte cortada en contacto con el aro.
Diluímos un par de cucharadas de la mermelada de fresa con un poco de agua y calentamos, con este sirope pintamos los bizcochitos con una brocha (podemos poner cualquier bebida si nos gusta).
Sobre los bizcochitos pondremos mermelada y la extenderemos para que quede bien repartida.
Sobre la mermelada extenderemos las fresas cortadas a láminas y maceradas con azúcar sin el zumo que van soltando. Este zumo lo guardamos para la gelatina.
Sobre las fresas repartiremos la mitad de la crema de queso y nata y alisaremos la superficie.
A continuación otra vez pondremos una capa de bizcochitos y los pintaremos con el sirope, sobre estos otra vez la mermelada, y otra capa de fresas en láminas.
Cubriremos con la crema y alisaremos bien la superficie.
Refrigeraremos una hora.
A continuación haremos la gelatina de fresas tal como dice el paquete de Royal y sustituyendo una parte de agua por el zumo que han soltado las fresas al macerar con el azúcar. Esperaremos que enfríe un poco y lo verteremos sobre la tarta que todavía llevará puesto el aro desmontable. Refrigerar en un estante del frigorífico completamente llano para que no salga la gelatina desnivelada. Mínimo 4 horas.
Para los adornos en chocolate podéis ver este tutorial.