Sin duda es un concepto nuevo. Incluso los más fans del postre (como yo), no hemos estado en un lugar así, ya que BOCA no es una panadería, ni una pastelería, ni un café. Aquí la especialidad son los postres de restaurante. Es el lugar ideal para no entrar en esa horrible disyuntiva cuando estás en un restaurante normal y no sabes cual postre pedir. Aquí puedes pedir 3 o 4, y no hay ningún problema.
Detrás del concepto y la cocina está el chef Roberto Gutiérrez. Un joven chilango que comenzó su carrera en la cocina salada y tradicional y que tras un tiempo trabajando en chocolatería con Jose Ramón Castillo se dio cuenta que lo suyo era la alta repostería. Cuando creó el concepto de BOCA su misión fue desarrollar un espacio donde el postre fuera lo primero, y dónde no hubiera necesidad de comer varios tiempos antes de llegar a él. El lugar tiene apenas un año, y poco a poco se han tenido que ir presentando en su barrio (la colonia roma) y con los comensales, quienes han llegado a conocerlos como “el lugar de los postres raros“. Lo cierto es que en BOCA los postres, más allá de ser raros, son deliciosos, y el lugar, más que un concepto difícil de definir, es un espacio para disfrutar en tranquilidad, con los amigos o solo, de un momento de relajación y dulzura.
El restaurante no tiene carta, si no que la vitrina, la cual te recibe al entrar, es el menú. La idea original de Roberto era crear distintos postres cada día – según el producto que les llega por la mañana – pero poco a poco han tenido que mantener a los postres favoritos como elementos fijos del lugar. La otra mitad si cambia según la temporalidad. Las frutas y otros ingredientes frescos llegan desde Zacatlán todas las mañanas, y como dice el chef, se diseña un postre diferente “pues según lo que nos trae bueno la señora“.
Para esta visita, por ejemplo, llegó fresco y bueno el higo, por lo que pruebo una tartaleta de higos con chocolate y ron. Lo seguimos con un cheesecake de fresa y albahaca, fresco y equilibrado.
Seguimos con uno de los favoritos del lugar y por el momento, fijo del menú: humo, un mousse de vainilla ahumado con plátano y caramelo. Definitivamente no sabe a lo que te esperas cuando te dicen esos ingredientes, pero el primer bocado es una grata sorpresa. Para terminar, claro está para una fanática del chocolate como yo, probamos la tartaleta de mezcal con chocolate, naranja y caramelo. Sin duda mi favorito entre los cuatro.
Todos estos postres (entre varios más!) los puedes probar en una barra muy agradable que goza de un tragaluz a doble altura. Se siente como un pequeño refugio del bullicio de las calles de afuera, pero el lugar es lo suficientemente grande como para venir con más de un par de amigos a disfrutar de un buen cava, vino rosado, café, tisana, o bebida de tu elección. La barra esta a unos pasos de la cocina abierta, donde podrás ver al equipo, todos ellos jóvenes recién egresados o que aún estudian, pero con la seriedad que exige la alta repostería. Te puedes acercar a ellos, o a Roberto, y preguntar todo sobre tu postre, pedir sugerencias de maridaje, o incluso pedir que te muestren una preparación.
El chef Roberto Gutiérrez frente a la cocina y su equipo
Así que ya sabes, la próxima vez que no te sientas capaz de decidir entre un postre u otro, la opción es este nuevo lugar, donde nadie te juzgará si eliges tres.
Boca, restaurante de postres
Toma nota:
Puebla 266, Colonia Roma Norte
(55) 7825-1128
Facebook:BOCAPasteleria
Instagram: bocarestaurantedepostres
bocarestaurantedepostres.com.mx
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