Sin duda, son una opción saludable que podremos darles a los más pequeños, de hecho es una de esas recetas que hice para introducir nuevas texturas al pequeño de la casa, aunque no le convenció mucho. Ahora que ya es más mayor tendré que repetirla porque estoy segura qué le encantará.
Espero que os animéis a probarlos y comentarme qué os han parecido. He de decir que están muy ricos, pero que al ser integrales y al horno, no esperéis el mismo sabor y textura que los convencionales. Acompañados de un poco de chocolate negro o con crema de cacahuete están bien ricos.
Ingredientes para 8 unidades
350gr. harina integral de espelta (o la que prefieras)
125gr. leche vegetal (yo he utilizado de avena)
50gr. azúcar de coco (o el endulzante prefieras)
20gr. mantequilla (puede ser margarina vegetal)
1 huevo
7gr. levadura fresca
2 cucharaditas de canela (opcional)
1 cucharadita de vainilla en polvo (opcional)
1/2 cucharadita de sal
PARA EL GLASEADO (OPCIONAL)
4 cucharadas de leche vegetal y 6 cucharadas de azúcar glass
Mezclamos todos lo ingredientes en un bol (excepto los del glaseado).
Dejamos reposar la masa tapada con papel film en la nevera toda una noche.
Retiramos de la nevera y dejamos templar 15 o 20 minutos.
Extendemos la masa, con 1 cm de grosor más o menos.
Cortamos con forma de donut; para ello utilizamos dos moldes de cortapastas circulares o lo que tengamos por casa que nos sirva: vasos, tapas de botellas...
Dejamos reposar de nuevo la masa tapada con un paño de cocina durante 1 hora.
Horneamos 10 minutos a 180ºC, hasta que estén ligeramente tostados. Retiramos y si queremos glasearlos es el momento, pues deben estar aún calientes.
Colocamos los donuts en una rejilla y les volcamos por encima el glaseado ( mezcla de leche y azúcar glass). Dejamos enfriar y ya podemos disfrutar.
Y como nosotros no desaprovechamos nada, la masa que sobró al extenderla para hacer los donuts, le di forma de bolitas y de este modo tuvimos raciones más pequeñas ¡A disfrutar!