Pero después de una larga semana de mucho trabajo, ayer entregué las tres tartas y hoy vengo para que veáis el resultado. Espero que os gusten mucho, yo quedé contenta aunque siempre me exijo más y pienso que podría haber quedado mejor jajaja.
Las dos familias que me encargaron la tarta quedaron muy contentas. Me llamaron hoy para darme las gracias y de sabor les encantó, así que yo estoy súper contenta.
En los dos casos me pidieron una tarta para un cumpleaños de 18 años. Es una fecha muy importante así que querían una tarta especial.
La primera chica, que se llama María, le gusta muchísimo viajar y ha estado en muchos países, así que los padres pensaron que sería buena idea hacer una tarta en forma de maleta de viaje, con las banderas de los sitios que ha estado. A mí me encantó la idea, y fue todo un reto ya que nunca había hecho una tarta así. Se me ocurrió la idea de hacer una muñeca como si fuera la chica del cumpleaños y una bola del mundo.
La otra familia me encargó dos tartas. Una principal y más grande, con una lazo de regalo y unas rosas rojas, muy bonitas. Y la otra más pequeñita, para poder colocar las 18 velitas.
Según me han dicho, a Irene, la chica del cumpleaños, le hizo mucha ilusión la tarta, y saber esas cosas son las que hacen que merezca la pena haber estado tantos días trabajando, ¿verdad?
Decoré las rosas y el lazo con un poco de purpurina comestible y añadí algunas mariposas.
¡Todo en las tartas es totalmente comestible!
El tipo de bizcocho que usé para todas las tartas fue el Red Velvet, que tanto sorprende por su color. Los rellené con ganache de chocolate y para cubrirlos hice una buttercream de Nesquik que estaba riquísima!
¿Qué os parece el resultado? Dejadme un comentario si queréis dar vuestra opinión o si tenéis alguna pregunta!
Os dejo por hoy y espero volver pronto con nuevas recetas.
¡Millones de besos a todos!