Podemos combinar diferentes tipos de ingredientes para conseguir ensaladas apetecibles, saludables y muy refrescantes, en esta ocasión, nos beneficiaremos de todas las propiedades y nutrientes que nos aportan la quinoa, las judías y las frutas, que queramos incorporar en nuestra receta.
Además, es una receta apta para veganos.
Ingredientes (2 personas)
100 gr de quinoa cocida
100 gr de judías (he utilizado fressolet)
4 cucharadas de maíz dulce cocido
1/2 pimiento verde
3 nueces peladas y troceadas
1/2 manzana
4 gajos de naranja
Zumo de limón (opcional)
Sal
Vinagre (zumo de limón)
Aceite de oliva
Preparación
En un bol, pondremos la quinoa y las judías.Agregaremos el maíz y el pimiento, previamente lavado y picado en trocitos pequeños, desechando el tallo y las semillas.
Incorporaremos la manzana, previamente lavada y cortada en cubos, desechando el corazón. (Podemos rociarla con un poquito de zumo de limón, para evitar que se oxide).
Añadiremos los gajos de naranja previamente pelados y sin pieles y cortados en cubos. Removeremos para que se mezclen todos los ingredientes y reservaremos cubierto en la nevera hasta el momento de servir.
A la hora de servir, la aliñaremos al gusto, con sal, aceite y vinagre y espolvorearemos unas nueces picadas en grueso.
Propiedades nutricionales de la quinua o quinoa
Este alimento, es un alimento originario de los Andes, lugar en el que durante miles de años, ha sido un alimento básico de los incas, hasta que los colonos europeos sustituyeron su cultivo, por el de maíz y patatas.
Esta semilla, contiene una gran cantidad de beneficios para nuestra salud y una multitud de aplicaciones culinarias.
Una de sus propiedades es la gran cantidad de proteínas de alto valor calórico biológico que nos aporta.
Debido a su alto aporte de:
hidratos de carbono de lenta combustión
su contenido en calcio, fósforo y vitamina C, E y B
Es una semilla o pseudocereal, que proporciona un auténtico energetizante físico y mental, muy recomendado en los niños en edad de crecimiento, estudiantes, deportistas, etc
Además, es ligera, digestiva y constituye un acompañamiento perfecto en cualquier tipo de carnes o pescados.
También contiene: fibra, hierro y potasio.
Las personas alérgicas al gluten y/o con niveles de colesterol altos, pueden introducirla en su dieta.
Su contenido en fibra, es el triple que el del maíz o el arroz integral.
Esto la convierte en uno de los cereales más indicados en la dieta de las personas que tienen diabetes y/o colesterol.
Os aconsejamos que, para mejorar la absorción del hierro vegetal, conviene acompañar la comida con alimentos ricos en vitamina C, como: tomates, kiwi, naranjas.
Su consumo regular, compensa el déficit de vitamina B2, que aparece en las personas que abusan de dulces, alimentos refinados (bollería, pastas, etc..), alcohol.
Este nutriente contribuye también en la fabricación de anticuerpos y defensas que intervienen en el proceso de obtención de energía.
Contienen grasas mono y poliinsaturadas, en las que destacan los ácidos omega 6 y omega 3, que actúan beneficiando nuestro organismo, para mantener nuestro corazón y los vasos sanguíneos sanos.
Por su alto contenido en zinc y vitamina B, tiene la capacidad de mejorar el estado de la piel y retrasar el envejecimiento prematuro de la piel.
Destaca su contenido en: potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc.
Debido a su elevado contenido en fibra insoluble, este cereal contribuye a evitar el estreñimiento y puede ser de gran utilidad en la dieta de las personas vegetariana, ya que posee una elevada proporción de proteínas y hierro de origen vegetal.
Debido a su semejanza con la avena, es especialmente importante para los deportistas, debido a sus minerales, hidratos complejos y proteínas.
Por lo tanto, la quinoa puede emplearse en multitud de dietas, ya que es de mucha utilidad y ofrece innumerables beneficios a nuestra salud.
No obstante, lo más importante en su preparación, es lavar los granos, antes de introducirlos en el agua de cocción, durante este lavado previo, debéis frotar suavemente las semillas, con las manos, bajo el agua, para que se retire la capa de saponinas, que recubre las semillas y les proporciona un sabor amargo.