Somos 3 en casa y como he comentado en algún momento nos vinimos a Chile por un tiempo definido (con opción a prórroga). Cuándo quedaba un año para que ese tiempo definido se terminase, decidí tomarlo como año sabático ( no en el sentido estricto de la palabra) pero sí que quería aprender a dedicar tiempo a mi familia y a mí misma. Y resulta que es más difícil de lo que yo pensaba. Una se cree que estar sin trabajar (que no sin hacer nada, porque nunca se para), es un camino de rosas. Pues bueno, resulta que no. A veces, trabajar nos ayuda a “huir” u olvidarnos de otras cosas, y además, no te deja tiempo para pensamientos muy transcendentales o para discutir (al menos yo prefiero aprovechar las pocas horas que paso en familia de otro modo). Cuando me vi sola la mayor parte del tiempo, tiempo en el que hasta mi hija de 10 años tenia compromisos y cosas más importantes que hacer que yo, me dio un bajón. O sea, yo que era jefa de cocina, acostumbrada a dirigir un equipo humano, y lidiar con problemas a diario, pedidos, devoluciones, alergias, contenidos nutricionales, creación de menús, reuniones con los jefes, ferias, cursos de formación (un chef está en continuo aprendizaje), viajes… y de repente, tenía una cocinita de 5 metros cuadrados sin equipar (casa de alquiler, y no me iba a cruzar el charco y cambiar de continente con todos mis bártulos), con todas esas horas por delante… Me pudo la auto-compasión al principio. No me avergüenza decir que soy humana y cometo fallos, y pincho de vez en cuando. Pero como no llueve para siempre, tras un par de semanas melancólicas, decidí que ya era hora que crear un hogar del cascarón en el que vivíamos para nosotros tres. No obstante, y como el presupuesto no era para tirar cohetes, decidimos ir haciendo las cosas nosotros y en familia. Una forma de pasar juntos tiempo de calidad y creando algo para y por nosotros, a nuestro gusto… Y dedicarnos más tiempo los unos a los otros, a escucharnos, a ayudarnos, a conocernos, a amarnos…
Ahora, he sentido que era el tiempo y el momento de retomar este proyecto, en el que mi hermana (podéis conocerla un poco más aquí) ha puesto tanto amor como yo misma, con el diseño de la página, ella es quien también asume el coste del servidor (fue su regalo de navidad o cumpleaños o alguno de esos regalos que nos hacemos para salvar los 12.000 km de distancia entre nosotras…).
Pero queríamos que ésta vuelta fuese especial, y para ello, también mi hermana, me ha diseñado un regalito, que os traemos completamente gratis: un planner para el menú semanal, que podéis descargar e imprimir, y que me haría muchísima ilusión que usaseis.
Os lo traemos en dos colores: VERDE AGUA
Que me ha diseñado mi hermana porque últimamente estoy como loca con ese color y he puesto toda mi cocina así….
DESCARGAR AQUI
y en COLOR CORAL
DESCARGAR AQUI
Me encantaría ver que os los descargáis y los utilizáis y os hacen la vida un poco más fácil (yo hasta ahora utilizaba otro que me bajé de una web, porque la mejor manera de comer de forma equilibrada, y ejercer un control sobre el presupuesto es planear por anticipado, yendo a comprar con una lista y no al tuntún.) pero obviamente, ahora que tengo los míos propios, tendrán su lugar especial en mi cocina!!!… Y si los usáis, y os gustan, me haríais muy feliz si me lo hacéis saber a través de aquí, de mi correo, de mis redes sociales (id a ver los iconos tan tan tan bonitos que me ha diseñado también mi hermana!!!)
Y gracias por tener la paciencia de esperar por mi!!!
Un beso enorme!
*Los créditos las maravillosas fotos de mis planners son para freepik
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Fuente: este post proviene de Merengue y Limón, donde puedes consultar el contenido original.
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