Nos anticipamos dulcemente a las fechas navideñas, para ir cojiendo ideas para disfrutar de la sobremesa con la familia. Lástima que las fotos no sean muy nítidas, las hice el año pasado y por aquel entonces no pensaba en empezar con un blog, quien me lo iba a decir.... Os podéis fiar si os cuento que quedamos muy contentos con el resultado,porque además de encantar a los niños, estaba riquísima!. Hubo peleas por comerse los regalitos, el reno e incluso a nuestro particular muñeco de nieve, pero al final optamos por dejarlos de decoración para las fiestas.
La tarta, un bizcocho de naranja, bañado en almibar y relleno de ganache de chocolate. Es nuestra combinación estrella para estas tartas.
La decoración, toda en fondant, que además, al ser casi toda blanca, lo que nos ahorramos en teñir, lo tuvimos que invertir en que la cobertura quedara perfecta, porque al ser tan lisa, a los no profesionales como a mi, nos cuesta un poquito. Pero quedó muy vistosa y por supuesto, muy navideña, que era de lo que se trataba. Los muñequitos, los regalitos y el árbol de navidad, los preparé un par de días antes, para que secaran bien. Así pues, el montaje de esta tarta fue muy sencillo puesto que ya tenía toda la decoración preparada.
Por si quereis saber más sobre cómo montar una tarta fondant, podeis consultar esta entrada anterior aqui.
Y por supuesto, aprovecho para desearos unas fiestas inolvidables y de lo más dulces!
Fuente: este post proviene de Cuchara, cucharilla, cucharón, donde puedes consultar el contenido original.
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