Aunque desde el comienzo, además de bollería artesanal, semifríos y tartas, su carta incluía una amplia gama de salados, esta primavera amplía su oferta con una carta de brunch los fines de semana y un menú del día de lunes a viernes.
La costumbre del ?brunch? se ha abierto paso con fuerza en la oferta gastronómica madrileña los fines de semana. Esta costumbre anglosajona de realizar un desayuno tardío (de ahí su nombre, contracción de ?breakfast? y ?lunch?), más completo que el habitual, surgió a finales del siglo XIX en Nueva York, como forma de recuperar fuerzas tras las fiestas hasta la madrugada a las que acudía la pudiente burguesía de la época. En el siglo XXI, el ?brunch? se ha convertido en la cita imprescindible en el Greenwich Village o el SoHo neoyorquino para las parejas sin niños y los grupos de amigos, cuyas noches de sábado comienzan a las 12 de la mañana.
La propuesta habitual en Madrid suele ser un menú cerrado, que incluye, generalmente, huevos y sandwiches como plato principal, un postre dulce, café y un cóctel, frecuentemente mimosa o Bloody Mary. Pero Fonty ha optado por permitir la libre elección de los platos para que el cliente solo pague por lo que realmente consume, según sus gustos y su apetito. Por ello, puede elegir entre huevos benedict o florentina, dos tipos de ?omelettes?, dos crepes y un hojaldre como plato principal. Respecto a los cócteles, el menú añade al clásico Bloody Mary de vodka y zumo de tomate, los espumosos Bellini y Kir Royale y el cóctel de moda, Pisco Sour. Y completar el brunch con la pieza de bollería o pastelería que prefiera si desea un final dulce.
Otra de las novedades es que ya no hay excusa para no visitar una pastelería a diario, porque Fonty ofrece un menú del día de lunes a viernes con varias opciones de platos calientes. El menú está pensado para las personas que cuidan su salud, no solo su línea, y prefieren comer sano y equilibrado sin renunciar al sabor o tener que elegir siempre una ensalada. Por ello, las opciones siempre incluyen una sopa o crema como entrante.
Además, si se tiene prisa o se quiere una opción más económica, se puede elegir un plato principal del menú y un bol pequeño del primer plato del día. La oferta de platos de Fonty, elaborados siempre con ingredientes seleccionados de temporada, se completa con un plato único, que cambia cada semana. Fonty se convierte así es una opción también para cada día, ampliando la oferta gastronómica a mediodía para los que comen fuera cada día y buscan un menú diario con sabor pero con un equilibrio nutricional, con especial atención a la cantidad y calidad.
Igual que sucede con la pastelería y la bollería, todos los platos se elaboran en el obrador-cocina de Fonty, abierto a la vista del cliente, que asiste a un gastroespectáculo. Para ello, se han realizado obras de adaptación en el obrador. El resultado, es la misma calidad que Fonty ha demostrado en sus preparaciones dulces y la misma filosofía de utilización de productos de calidad, para conseguir que una receta sencilla sea la experiencia más deliciosa.
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Marie Valdez, checa de nacimiento, está al frente de este proyecto. Formada en las mejores escuelas de París, estudiando en L?Ecole Ferrandi y L?Ecole Lenotre; posteriormente se consolidó como gran profesional bajo la dirección de Frédéric Cassel, actual presidente de Relais Desserts. En Fontainebleau.se ocupa personalmente de seleccionar cada ingrediente y supervisar los métodos utilizados para ejecutar sus recetas.
Stan Javorsky, es el artífice de la nueva carta; nacido en Eslovaquia, siempre fue un apasionado de la cocina. Tras estudiar en la Escuela Superior de Cocina Sou Obchodné, se trasladó a Londres en busca de mayor experiencia e inspiración. En la capital británica pasó durante seis años por las cocinas de Organic Kitchen, What on Earth, The Oak y The Goodman Steakhouse, entre otros restaurantes.
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