Para mi sorpresa el resultado fueron unas galletas muy ricas, con sabor a cacahuate pero dulces a la vez. A mi me gusta no hornearlas demasiado para que queden un poco blanditas, pero también se pueden dejar crujientes y están igual de buenas.
En esta ocasión quería estrenar un sello de galletas, pero normalmente no me complico la vida y hago bolitas de unos 20 gramos y las aplasto un poco antes de hornear. No quedan tan monas pero es infinitamente más rápido. Ingredientes para unas 45 galletas
125 g mantequilla a temperatura ambiente
320 g mantequilla de cacahuete
100 g azúcar moreno
100 g azúcar blanquilla
1 huevo L
200 g harina de repostería
1 cucharadita de extracto de vainilla
½ cucharadita de levadura química
½ cucharadita de bicarbonato sódico
½ cucharadita de salPasos
Batir a velocidad media las dos mantequillas, los dos tipos de azúcar, el huevo y el extracto de vainilla hasta que los ingredientes estén bien mezclados.
Tamizar a parte la harina junto con la levadura, el bicarbonato y la sal.
Añadir a la mezcla anterior y batir a velocidad media hasta obtener una masa homogénea.
Ahora podemos hacer bolitas como he explicado más arriba, o galletas con cortador. Si optamos por la segunda opción, extendemos la masa con un rodillo hasta obtener una lámina de unos 5 mm de grosor. Cortar con el cortador elegido y pasar a una bandeja cubierta con papel de horno. Si utilizáis un sello como el mío, introducirlas un par de horas en la nevera para que no pierdan el dibujo al hornearlas.
Precalentar el horno a 180º y hornear las galletas entre 12 y 15 minutos, según os gusten más blanditas o más crujientes.
Dejar en la bandeja unos 10 minutos y pasar a una rejilla a que se enfríen totalmente