El arte de poner inyecciones. Hace 20 años que estaba a punto de terminar la carrera. Tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta, tengo la profesión más bonita del mundo, la de enfermera. Practicante, A.T.S., enfermera, diplomada, a lo largo de la historia nos han cambiado el nombre, nos han aumentado la preparación, seguimos siendo las damas del hospital, las que cuidan, las que reconfortan, las que ayudan, las que curan. Hace casi 20 años empecé mi andadura en esta profesión tan ardua y tan dura, pero tan enriquecedora que te atrapa, tan difícil y tan ingrata en ocasiones. Pero a todas nos engancha. Pues bien, estas galletas están dedicadas a todas las enfermeras del mundo y en especial a mis compañeras de batalla en el hospital. Feliz de trabajar en el mismo hospital desde hace 20 años, porque es mi segunda casa.
Bueno, pues aquí estoy de nuevo. Lo bueno de tener gripe es que esta semana que me he encontrado un poco mejor, me he podido poner al día con posts que tenía pendientes de publicar. ¿Recordáis las galletas básicas de chocolate para decorar? Pues hoy os traigo de nuevo una decoración, como veis es una masa muy versátil y fácil de manejar. Aguanta perfectamente el horneado sin deformarse ni un poquito. La receta ya sabéis que es de las galleteras por excelencia, Miriam y Estíbaliz de MEUG. Que aunque ya no estén en activo nos dejaron maravillas como esta receta. Esta vez quería hacerles unas galletas a mis compañeras del hospital.
¿Qué le gusta más a una buena enfermera? Pues tengo que deciros que somos un poco los vampiros del hospital y nos encanta una buena vena para hacer analíticas o coger una vía. Algún vicio teníamos que tener. Tampoco es que seamos sanguinarias no me malinterpretéis, pero ¿qué enfermera puede evitar el dejarse seducir por una de esas venas tan gruesas, rectas y bonitas?
Que nadie se ofenda ¿eh? Un poco de humor de enfermeras.
Enfermera en apuros, un poco de humor a la vida.
Pues bien, no, no es Halloween es que las enfermeras somos así y nos gusta una jeringa más que un caramelo a un niño. Así que les daré una sorpresa a mis compis con estas galletas, que seguro que les encantan.
Una vez horneadas siguiendo la receta básica de galletas de chocolate para decorar, dejamos un par de días que se desgrasen y decoramos con glaseado real. Primero rellené la parte blanca.
Luego la roja y después la negra. Por último, al día siguiente, bien secas, marqué con rotulador de tinta comestible negro de la marca Rainbow Dust, el Jet Black. El colorante rojo es de KopyKake y el negro es el Super Black de Americolor. Van fenomenal y siempre los compro en FormyCake.
Si os parece un arte hacer y decorar galletas os contaré un secreto de enfermeras … shhhhh … también lo es saber poner inyecciones y hacer extracciones de sangre o coger vías. No es tan fácil como parece porque cuando trabajas en un hospital oncológico donde las venas están tan castigadas que con sólo rozaras se rompen, es un gran logro canalizar algunas. Es de premio porque a veces no sé ni cómo lo hago. Una buena enfermera se encomienda a todos los santos, creedme, aunque no sea creyente porque a veces la intuición nos guía y no sabemos ni cómo lo hemos hecho. Esas, esas son de nota.
Al ver el batallón de jeringas que he preparado me sale la vena enfermera que llevo dentro, es de formación profesional.
¿A qué han quedado de lo más bonitas?
Hace muchos años cuidé a un paciente en sus últimos días de vida. No tenía padres, su hermana acababa de fallecer hacía poco tiempo, era enfermera. Y la viuda como agradecimiento me dio una gran caja llena de utensilios de enfermería: dos aparatos manuales para tomar la tensión con sus fonendos correspondientes, uno de látex muy antiguo. Ahora todo el mundo tiene uno de esos aparatos electrónicos automáticos, pero hubo una época en que a las enfermeras nos dolían los oídos de tanto tomar tensiones por las duras olivas de los fonendos. También había instrumental y unos libros antiguos de enfermería como este “El arte de poner inyecciones” de 1.952. Es el que utilizo hoy como atrezzo para mostraros mis galletas.
¿Les daríais un bocadito?
¿O sois de los que se marea en cuanto ve un poco de sangre?
Igual que no todo el mundo es capaz de decorar con precisión una galleta …
… no todo el mundo es capaz de decidirse a esta maravillosa profesión.
Si conocéis a una enfermera regaladle una de estas galletas, le encantarán.
El poner inyecciones es como decorar galletas, todo un arte.
SI TENÉIS ALGUNA DUDA, SI OS HA GUSTADO LA RECETA, DADLE AL ME GUSTA, COMPARTID O DEJAD UN COMENTARIO. GRACIAS POR LEER MI BLOG Y HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA. PATRI.