La tarta colibrí o Hummingbird cake siempre me ha llamado muchísimo la atención, tanto por la combinación de ingredientes que lleva como por la curiosa mezcla de colores que puede apreciar en el corte de la tarta. Hasta ahora no me había atrevido a prepararla por mí misma y es una pena, porque está muy rica y es muy fácil de preparar.
Os habréis fijado que la receta que traigo no es exactamente la tarta colibrí, sino un Hummingbir bundt cake, preparado con la misma masa que llevan los bizcochos de la tarta colibrí. Esto se debe principalmente a dos motivos que os cuento ahora…
El primero es que mi familia no es muy fan de la crema de queso que acompaña a muchas tartas. En unos casos porque no les gusta el queso en recetas dulces y en otros casos porque les resulta empalagosa este tipo de crema.
El otro motivo es el tiempo que supone preparar una tarta de varios pisos y decorarla. Sé que las tartas rellenas y decoradas con buttercream o frosting quedan muy bonitas pero a veces me planteo hasta qué punto merece la pena todo el esfuerzo de nivelar, rellenar y decorar… sobre todo cuando veo que mis bizcochos por sí solos y con todo su aroma y sabor tienen casi más éxito que cuando los combino con una cobertura.
Dicho esto, también tengo que decir que desde que tengo un molde precioso para bundt cakes no puedo evitar utilizarlo como excusa para reservar las tartas de capas únicamente a ocasiones muy especiales y dedicarme a lucirme con mis bizcochos, porque lo importante es el sabor ¿no? Pues eso, que yo pongo el sabor y el aroma y mi molde hace todo lo demás
Y como sabía que yo no sería la única en busca de una receta de estas características… encontré la receta ideal en el blog de Claudia&Julia (donde además compré mi molde). No me enrollo más y os explico la receta.
Hummingbird Bundt Cake
Prep: 15-20 min Horno: 60 min Raciones: 10-12 Dificultad: Baja
Ingredientes:
Para el bizcocho:
3 huevos L
300 g de azúcar blanco
240 ml de aceite suave (de girasol o de oliva)
2 cucharaditas de extracto de vainilla
2-3 plátanos maduros
240 g aproximadamente de piña en almíbar
150 g de nueces (algunas más para decorar)
360 g de harina
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de canela molida
½ cucharadita de sal
Coco rallado (para decorar) (opcional) Para el glaseado:
100 g de queso crema
200 g de azúcar glass
½ cucharadita de extracto de vainilla
1-2 cucharadas de leche
Elaboración:
En un recipiente grande poner los trozos de piña escurridos, los plátanos (sin piel) y las nueces. Con una batidora triturar todo muy bien. Luego añadir los huevos, el azúcar y la vainilla y volver a batir. Añadir en forma de hilo el aceite sin dejar de batir.
Aparte, mezclar y tamizar todos los ingredientes secos (harina, bicarbonato, sal y canela). Incorporar a la mezcla anterior en 2 o tres veces, removiendo con ayuda de una espátula.
Precalentar el horno a 180ºC. Pincelar un molde grande (con capacidad de 10 tazas o 2,4 litros) con un poco de aceite o mantequilla. Verter la mezcla lentamente desde un extremo y dejar que se reparta por todos los rincones. Golpear suavemente el molde sobre un paño de cocina para eliminar burbujas de aire. Hornear a 180ºC durante 60 minutos. El bizcocho estará listo cuando al pinchar con un palillo éste salga limpio. Dejar enfriar en el molde 10 minutos. Luego desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Glaseado:
Colocar el queso crema en un bol y remover con una espátula pequeña para suavizar la textura. Añadir la vainilla y el azúcar glas. Remover con cuidado hasta integrar completamente. Luego remover enérgicamente para obtener una mezcla suave y cremosa. Incorporar poco a poco la leche hasta obtener una crema ligera que se deslice levemente por la superficie del bizcocho.
Verter la crema sobre el bizcocho (ya frío) y decorar con coco rallado y algunas nueces.
Notas:
Si queréis un acabado más rustico, podéis añadir la piña troceada, las nueces picadas y el plátano aplastado con un tenedor. Esto implica no utilizar la batidora sino unas varillas o espátula y comenzar con los huevos, azúcar, vainilla y aceite. Luego añadir la fruta y por último los ingredientes secos.
Yo he utilizado el molde Anniversary de Nordic Ware.
Siempre es mejor hornear con el molde sobre una rejilla y no sobre una bandeja de horno, sobre todo si se utilizan moldes de corona. De este modo se facilita que el horneado sea más homogéneo.
Las indicaciones que yo pongo en la receta de tiempos/temperaturas son aproximados y dependen de cada horno, aunque siempre procuro que sean lo más exactos posible y referidos a un horno de tamaño estándar. Mi horno es de 45 cm de alto y esto implica que en ocasiones tengo que hacer reajustes. Con moldes normales los tiempos/temperatura son similares a los de un horno estándar. Con los moldes Nordic Ware, en cambio, tengo que reducir unos 20ºC la temperatura del horno para que no se queme la masa que está en contacto con el molde. Para un horno de 45 cm y con molde nordic ware este pastel debe hornearse unos 30-40 minutos a 160ºC.